Las Cortes de la XII legislatura se constituyen el próximo martes con la incógnita de quién presidirá el Congreso, un puesto clave en el armazón institucional del país que los partidos están obligados a pactar, dados los resultados de las elecciones del 26 de junio.

A falta de conocer el futuro presidente y el encaje político de la Mesa, lo que sí se sabe es que el Congreso de la XII legislatura se constituirá el martes a las diez de la mañana, tal y como fijó el decreto de convocatoria de las elecciones del pasado 26 de junio.

El sistema de votación del presidente y de los otros ocho miembros de la Mesa -cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios- obliga a pactos entre los grupos.

La votación, regulada en el artículo 37 del Reglamento del Congreso, se realiza en urna, por llamamiento y en tres tandas separadas, comenzando por el cargo de presidente.

Cada diputado escribe un único nombre en una papeleta, de forma que resulta elegido presidente el que obtenga el apoyo de la mayoría absoluta, esto es 176 diputados.

En caso de que no se obtenga, se realiza una segunda votación entre los dos diputados que han obtenido mayor número de votos, y será elegido presidente el que tenga más votos.

La elección de los cuatro vicepresidentes se realiza con una única votación, en la que cada diputado escribe un nombre y resultan elegidos, por orden, los que más votos tengan.

Con el mismo sistema se realiza la votación de los cuatro secretarios.

El PP, con sus 137 votos, podría amarrar la Presidencia en segunda vuelta, siempre y cuando el resto de partidos no se pusieran de acuerdo para votar a un candidato alternativo.

Eso es lo que quieren evitar los 'populares' gracias a un acuerdo con Ciudadanos a cambio de un puesto en la Mesa, ya que el partido de Albert Rivera -con solo 32 escaños- no tiene garantizado ninguno, cuando ahora tiene dos.

Ciudadanos incluso aspira a conservar esos dos puestos y durante todos estos días ha insistido en la idea de que el presidente del Congreso no sea del partido que, en principio, va a auparse con el Gobierno.

Por su parte, Unidos Podemos y sus confluencias siguen aspirando a poder formar cuatro grupos parlamentarios separados y su intención es solicitarlo formalmente, aunque PP y PSOE ya les han comunicado su oposición frontal como ya sucedió en la pasada legislatura.

De los 350 diputados electos, 33 tres pisarán la Cámara por primera vez, 16 del PP, 5 del PSOE, 8 de Unidos Podemos y las confluencias, 2 de Ciudadanos, 1 de CDC y otro de Bildu.

Esta primera sesión será dirigida por la diputada de mayor edad, la parlamentaria del PP María Teresa de Lara, como presidenta de la Mesa de Edad, y las dos diputadas más jóvenes, María Such, del PSOE por Valencia, y Nagua Alba, de Podemos por Guipúzcoa, como secretarias.

De Lara declarará abierta la sesión y una de los secretarias leerá el decreto de convocatoria, la lista de diputados electos y los que pueden verse afectados por algún recurso electoral pendiente.

Una vez elegido el nuevo presidente del Congreso y la Mesa, ocuparán sus puestos en la tribuna y comenzarán a llamar al resto de diputados por orden alfabético para que juren o prometan acatar la Constitución.

Se trata de un requisito legal indispensable para obtener la condición plena de diputado, aunque a lo largo de los años, algunos diputados han utilizado diferentes fórmulas para sortear ese precepto.

Fue el caso de los diputados de Podemos, que el pasado mes de enero prometieron acatar la Constitución para cambiarla o con alusiones a sus lugares de origen.

En el Senado no se esperan cambios ya que el PP ha reforzado su mayoría absoluta y lo normal sería que repitiera Pío García Escudero en la presidencia.