Este domingo 20 de diciembre, los españoles vuelven a las urnas para elegir al presidente de la undécima legislatura. Más de 36 millones de electores podrán elegir entre las 1.262 candidaturas que se presentan a las elecciones generales, tanto al Congreso de los Diputados como al Senado, lo que supone el censo electoral más alto de la historia.

Los ciudadanos también elegirán entre la nueva política, encarnada por Ciudadanos y Podemos, y la vieja (PP y PSOE) en unos comicios que se presentan como los más reñidos de la democracia.

El bipartidismo se tambalea

Desde 1977 tres partidos han ganado las elecciones generales: la Unión de Centro Democrático (UCD) en 1977 y 1979, el PSOE en seis ocasiones (1982, 1986, 1993, 1996, 2004 y 2008) y el PP en tres (1996, 2000 y 2011). Con la irrupción de las nuevas formaciones el panorama de las últimas décadas puede dar un vuelco.

Conscientes de ello, la estrategia de PP y PSOE en esta campaña ha consistido en tratar de movilizar a su electorado y contener el trasvase de votos a las nuevas formaciones.

En las últimas semanas hemos visto al Rajoy más cercano y campechano que se recuerda en los últimos años, y su campaña poco se ha parecido a la que hizo hace cuatro años.

Sánchez, por su parte, ha asumido el reto de tratar de devolver el poder al PSOE tras cuatro años de travesía por el desierto, aunque consciente de que necesitará pactar para gobernar y con el temor a que unos malos resultados abocarían a los socialistas a una nueva crisis interna.

Ciudadanos y Podemos

Ambas formaciones afrontan sus primeras elecciones generales con la convicción de que pueden dar la sorpresa. Aspiran sin rubor a poner en marcha el cambio que tanto han predicado durante la campaña electoral.

Albert Rivera, candidato de Ciudadanos, no se conforma con ser un partido bisagra y está dispuesto a ir a por todas y lograr formar Gobierno. Le avalan los resultados obtenidos en las elecciones celebradas en Cataluña el 27S, donde logró 25 diputados.

El ascenso imparable del partido, fortalecido por los resultados obtenidos en las elecciones celebradas en Cataluña el 27S al conseguir 25 diputados, unido a los resultados de los sondeos con una diferencia que no supera los seis puntos entre PP, PSOE y C's, han llevado a Rivera a pensar en ser presidente.

Para Pablo Iglesias, candidato de Podemos, el 20D confirmará el tiron de la formación morada, que las encuestas sitúan en cuarta posición, por detras de C´s.

En Podemos están convencidos de que pueden lograr que el cambio llegue al Parlamento y al Gobierno seduciendo a los indecisos que aún no se han sumado al recorrido.

Las encuestas

Los políticos insisten en que la única encuesta que importa es la de las urnas. El último barómetro del CIS augura un 28,6% de votos al PP; un 20,8% al PSOE; un 19% a Ciudadanos, y un 15,7% a Podemos sumando las diferentes marcas con las que concurre a las elecciones.

Otros sondeos anticipan que Ciudadanos quedará segundo por detrás del PP, dejando atrás al PSOE. Incluso la semana pasada se conoció otra encuesta que dibujaba un escenario más apocalíptico para los socialistas y les relegaba a cuarta fuerza política, con Podemos adelantándoles por la izquierda.

El PP sale ganador en todas, y las de los últimos días constatan una remontada de Podemos -que pasó de ser segunda fuerza a primeros de año en el CIS a cuarta en el último barómetro-, un estancamiento o retroceso de Podemos y un mantenimiento de los socialistas.

La abstención

Es el gran enemigo de los políticos. En las elecciones municipales celebradas el pasado 24 de mayo la abstención aumentó. Supuso el 35,09%, con 12.070.240, frente al 33,84 %, con 11.745.532 de 2011.

El número de abstenciones en las elecciones generales de hace cuatro años se incrementó un 3%, pasando del 26,5% al 29,14%.

Los indecisos

Pueden tener la llave del próximo Gobierno. Las últimas encuestas apuntan a que hay más de un 30% de electores que irán a votar pero aún no saben a quién.

La crisis y la corrupción

Han marcado la legislatura y muchos votantes tendrán en su cabeza estas dos lacras a la hora de depositar su voto. Desde hace años, los españoles coinciden una y otra vez en las encuestas en que el paro y la corrupción son los dos principales problemas de España.

Rajoy se ha visto obligado a responder en el Parlamento a infinidad de preguntas sobre estos casos, que el propio presidente del Gobierno ha reconocido que le han hecho personalmente "mucho daño".

Pedro Sánchez se comprometió a sacar de las listas a los imputados y a hacer dimitir a sus cargos en el momento en que se les abra juicio oral por corrupción.

La incógnita de IU y UPyD

Izquierda Unida (IU), bajo la coalición Unidad Popular, busca sobrevivir este 20 de diciembre y resistir el fuerte envite de Podemos. Pese al aire fresco que ha supuesto la irrupción de Alberto Garzón, IU ha ido perdiendo fuelle aunque logró salvar los muebles en las elecciones municipales.

Andrés Herzog tiene una misión casi imposible: mantener la presencia de su partido en el Congreso aunque sea con un solo escaño, el suyo. Herzog cogió las riendas de la formación tras el abandono de Rosa Díez y un congreso extraordinario que lo dejó partido por la mitad, ya que se impuso sobre la otra candidata, Irene Lozano -ahora "número cuatro" por el PSOE en la lista de Madrid-, por tan solo tres puntos de diferencia.

Andalucía, la comunidad decisiva

En esta comunidad se disputarán 61 de los 350 escaños del Congreso. En las anteriores elecciones generales de 2011, el PP ganó en Andalucía con 33 escaños frente a 25 del PSOE y 2 de IU, unos resultados que contribuyeron a que los populares gobernaran en España con una holgada mayoría absoluta.

Los pactos

La ausencia de una mayoría absoluta obligará a buscar pactos para gobernar. Aunque todos los candidatos han renunciado a pactar, no les quedará más remedio si se cumplen los pronósticos de las encuestas. Rivera, que tendría según los sondeos la llave para formar Gobierno, ha dicho por activa y por pasiva que no pactará ni con Rajoy ni con Sánchez. Sin embargo, la mitad de sus votantes quiere pacto con Rajoy y un 33% con el PSOE, indica una encuesta de DYM.

La reforma constitucional

El PSOE acude a las urnas con la promesa de cambiar la Constitución si gobierna. Rajoy considera que no es una prioridad para el PP, pero se ha mostrado abierto a dialogar sobre el tema.

La mayoría de los constitucionalistas coinciden en que es hora de abordar esa reforma de la Carta Magna, que se mantiene prácticamente intacta desde su nacimiento y sólo se ha modificado en dos ocasiones para introducir cambios limitados.