L a planta de biodiésel que se está construyendo en Elda, propiedad de la empresa Combustibles Ecológicos del Mediterráneo (Cemsa);, comenzará a producir a partir de julio, tras haber recibido ya la autorización ambiental integral que concede la Dirección de Calidad Ambiental de la Conselleria de Territorio y Vivienda de la que estaban pendientes.
El director comercial de Cemsa, el eldense Joaquín Quirante, apuntó que «la idea es empezar con los primeras pruebas a primeros de julio, comenzar la producción en agosto y trabajar a pleno rendimiento a partir de septiembre».
La planta de Elda, con una inversión superior a los cinco millones de euros y 4.200 metros cuadrados de terreno, será así la primera en la Comunidad Valenciana en producir este tipo de combustible, que se elabora a partir de materias primas vegetales renovables, a diferencia del petróleo, que depende de reservorios fósiles no renovables. De hecho, la Generalitat sólo ha otorgado otra autorización ambiental para fabricar biodiésel, en este caso a la planta proyectada en el Puerto de Alicante y que aún no se ha comenzado a construir.
La producción estimada es de 20.000 toneladas al año de biodiésel y 4.000 de glicerol, lo que equivale a la décima parte de la de Alicante con un tránsito estimado de 2.500 camiones al año, equivalente a siete u ocho al día.
En un principio estaba previsto que el combustible se fabricase a partir de aceites de freiduría y vegetales, pero finalmente han optado por hacerlo sólo con estos últimos para conseguir la máxima calidad en el producto final. En este sentido, Quirante indicó que ya han contactado con una empresa de Cartagena que elabora aceite de soja para que les suministre la materia prima y también van a utilizar de palma, aunque este último en menor medida y sobre todo para bajar el índice de yodo.
Por lo que respecta a la nave, ubicada en el polígono de la Finca Lacy, está está ya concluida a falta tan sólo de dos arquetas y dos cuadros eléctricos. Ésta cuenta con un total de catorce depósitos con capacidades desde los 25 metros cúbicos hasta los 300; una sala de control - el objetivo es producir las 24 horas del día - ; una torre de destilación, para bajar el índice de agua por debajo de la norma; tanques de decantación, de glicerol, tanques de almacenamiento del producto final, de homogeneización; y una sala de calderas, entre otros.
También tiene un completo laboratorio, preparado para sacar el 80% de parámetros que marca la norma europea, que contiene u cromatógrafo de gases, un medidor del índice del agua, un medidor de yodo, balanzas de precisión, un horno y una centrifugadora.
Hasta la fecha han contactado con Repsol, Cepsa o BP, con pequeños consumidores - flotas de transporte - , así como con la Asociación de Distribuidores de Combustible y la Asociación de Estaciones de Servicio para la comercialización
