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Petrer prepara obras para la conservación del Acueducto de San Rafael

El BIC está datado en el siglo XVI pero las lluvias erosionan la rambla de Puça y necesita una intervención de consolidación

El monumento se construyó para canalizar las aguas de Petrer a Elda.

El Ayuntamiento de Petrer acometerá tras el verano una actuación de conservación del Acueducto de San Rafael, uno de los tres Bienes de Interés Cultural (BIC) del municipio junto al castillo-fortaleza y la finca El Poblet. La erosión del terreno en la rambla de Puça donde se encuentra el acueducto, debido sobre todo a las lluvias de 2019, hace necesaria una consolidación para conservar los tres anillos de los seis que en su día tuvo el monumento, además de mejorar la imagen del entorno donde se encuentra enclavado. Para ello la Oficina Técnica de Urbanismo y el Museo Dámaso Navarro han redactado un proyecto de ejecución presupuestado en 43.709 euros, de los que se ha solicitado una subvención del 65% al Consell.

En concreto, los trabajos van a consistir en la adecuación de la rambla con la limpieza de matorrales y el rebaje del cauce, que se rellenará de hormigón, para crear un dique que permita encauzar las lluvias torrenciales y evite que el agua se quede retenida en el monumento. También se contempla el refuerzo del pilar central al ser el más afectado por la pérdida de relleno en su base; el recrecido de uno de los pilares del acueducto derribados hace siglos para marcar su situación; el arreglo de la escalera para acceder al cauce y la creación de un panel informativo para dar a conocer el valor patrimonial del acueducto.

Según ha recordado el concejal de Cultura y Patrimonio, Fernando Portillo, la última actuación realizada en este Bien de Interés Cultural fue en 2014, por lo que se hacía necesaria una nueva.

Detalles históricos

El director del Museo Dámaso Navarro, Fernando Tendero, ha explicado que este BIC forma parte de una importante obra de ingeniería hidráulica llevada cabo a finales del siglo XVI, y que estuvo en uso hasta finales del siglo XVIII. Su construcción canalizaba el agua del manantial de Santa Bárbara, en el término de Petrer, hasta los bancales y la villa de Elda. Se construyó para salvar el importante desnivel de la rambla de Puça, de treinta metros de amplitud y ocho de altura.

Según reflejan los estudios de Sabina Asins, la obra del primer acueducto finalizó en 1583 y fue realizada por el «fuster e mestre de fer molins» Guillem Pasqual de Jaca. Entre 1616 y 1622 se realizaron unas labores de canalización, y en 1663 hubo que reconstruir parte de la conducción hídrica.

Fernando Matallana localizó el expediente de reconstrucción del acueducto iniciando la obra en 1783, aprovechando los pilares de piedra colocados en1583. Según este autor, en 1796 una inundación derribó el acueducto y ya no se volvió a reconstruir a pesar de existir proyectos posteriores para ello. Al inicio de los años ochenta del siglo XX cayó uno de los arcos más próximo al barrio de San Rafael. Desde entonces solo se conservan tres de los seis arcos de los que constaba, ofreciendo una imagen que va a ser mejorada.

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