La caída de un muro de piedra a las diez y media de la noche del miércoles, en el interior de una vivienda de Aspe situada en el número 14 de la calle Francisco Candela, provocó la alarma de los vecinos de los inmuebles colindantes.

La casa donde se produjo el derrumbe se encontraba vacía en el momento del suceso. Fueron los vecinos del bloque situado en el número 12 quienes dieron el aviso tras pensar, en los primeros momentos, que se trataba de un terremoto.

Al lugar acudieron miembros de la Policía Local, Guardia Civil y Bomberos, que descartaron la afección de los inmuebles colindantes. Los técnicos municipales realizarán hoy un estudio de la estructura de la vivienda para determinar la adopción de medidas de seguridad.