La Conselleria de Obras Públicas ha iniciado el acondicionamiento de la CV-809 para solucionar, de manera definitiva, las inundaciones por lluvia que se vienen repitiendo esporádicamente desde hace décadas. El problema se produce concretamente en el límite del término municipal de Villena con Caudete, y por tanto de las provincias de Alicante y Albacete, durante episodios continuados de precipitaciones.
El objetivo de la actuación es evitar los cortes de tráfico ocasionados por las inundaciones que se producen como consecuencia del desborde de la rambla procedente del Valle de los Alhorines, un cauce a cielo abierto que transcurre paralelo a la vereda en el punto que delimita los términos de ambas localidades.
Actualmente se está habilitando una variante provisional de la carretera, mientras se llevan a cabo los trabajos, para garantizar el paso de los vehículos. Con las obras se conseguirá elevar un metro el firme de la actual de la vía, lo que permitirá que el agua fluya a través de una sección aproximada de seis metros cuadrados. La intervención se llevará a cabo mediante la instalación de unos cajones de hormigón, con unas dimensiones de dos por tres metros de longitud, que permitirán cuadriplicar la actual sección.
Los trabajos los ha iniciado la empresa Pavasal pero han tenido que ser interrumpidos, de forma temporal, como consecuencia de la entrada en vigor del Estado de Alarma por el Covid-19 y las abundantes lluvias registradas en las últimas semanas en el Alto Vinalopó. El jefe provincial de Carreteras, Enrique del Río, ha mostrado un especial interés en eliminar este punto negro que ocasiona frecuentes cortes de la carretera al anegarse por el agua. Sobre esta cuestión el concejal de Obras e Infraestructuras, Andrés Martínez, ha recordado que en los diez últimos meses la carretera ha sufrido cortes en dos ocasiones.
El proyecto se ejecutará en un par de meses una vez que las obras puedan retomarse.
