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Sellan en Sax una industria abandonada para acabar con el vandalismo y la inseguridad

La localidad contempla con preocupación que la fábrica se convierta en un «búnker», en el casco urbano y junto a un colegio, a los cinco años de su cierre

Estado actual de las instalaciones de Poviss. ÁXEL ÁLVAREZ

Fue una de las fábricas con una trayectoria empresarial de medio siglo y más de cien empleados. Se dedicaba al sector del metal y elaboraba artículos de zamak y de hierro en prensa para la industria del calzado, marroquinería, textil, decoración y bisutería. Pero las adversidades económicas abocaron a Poviss a su cierre en agosto de 2014. La empresa fue embargada por una entidad financiera y en los dos últimos años sus amplias instalaciones se han convertido en un foco de expolio, suciedad, vandalismo e inseguridad.

Tras la correspondiente solicitud por parte del Ayuntamiento de Sax, el banco ha procedido recientemente al tapiado de puertas y ventanas para evitar el acceso. Pero en su interior -son 2.500 metros cuadrados construidos sobre un solar de 4.000 metros- todavía quedan miles de kilos de residuos de todo tipo -maquinaria y sustancias químicas incluidas- que permanecen en el lugar. Al actual equipo de gobierno popular le preocupa esta situación y estudia adoptar nuevas medidas, ante la entidad propietaria, para que proceda a la retirada de todos los desechos y limpie las instalaciones.

Además, la ubicación de la fábrica supone un problema añadido para la población porque se encuentra junto al colegio Alberto Sols y la plaza pública dedicada al científico sajeño, el único hotel de la villa y a escasos metros del emblemático puente Picayo, desde donde el 1 de febrero parte el desfile de La Entrada en el primer día de las fiestas de Moros y Cristianos. Es un enclave muy transitado por corredores y caminantes que hacen la ruta de la ladera del castillo, y también pasa todo el tráfico rodado del casco urbano procedente del acceso norte de la autovía A-31.

Por eso, la imagen de un «búnker» a la misma entrada del pueblo no es una opción deseada por los vecinos de Sax. La siguiente medida será vallar el perímetro de la empresa. Pero tampoco se trata de la solución definitiva.

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