Sopa de arroz crudo. Eso es lo que le dieron de comer a una paciente ingresada en el Hospital General Universitario de Elda tras ser diagnosticada de diverticulitis en la pared interna del intestino.
La sajeña Paqui Agulló permaneció en ayunas desde el jueves sometida a un tratamiento médico intravenoso mientras le realizaban diferentes pruebas médicas. Evolucionó favorablemente y el domingo se le permitió tomar su primera comida sólida, siguiendo una estricta dieta individualizada, tras permanecer tres días «enganchada» al suero. Pero se quedó estupefacta cuando le sirvieron un bol con una sopa de arroz que estaba completamente crudo. Ni siquiera había pasado por el fuego para su cocción.
La paciente se quejó a las auxiliares de Enfermería y éstas dieron parte a la cocina de forma inmediata. Fue acción y reacción, porque el dietista acudió a la habitación para pedirle personalmente perdón por el fallo cometido. «Yo entiendo que somos humanos y todos cometemos errores pero en un hospital no se pueden hacer estas cosas...no tiene ningún sentido ni ninguna lógica», ha indicado a este diario Paqui Agulló, que también recibió las disculpas de la supervisora general, así como de la jefa de cocina y de la propia cocinera, que se llevó un buen disgusto y estuvo muy afectada todo el día. Pero no se quedó ahí la cosa. La paciente decidió enviarle un WhatsApp a la consellera de Sanidad, a la que conoce por ser paisana de Sax y exalcaldesa de la localidad, y Ana Barceló le respondió que «tomaba nota», mientras le instaba a comunicarlo al servicio deseándole una pronta recuperación. Hasta la gobernanta de hostelería acudió ayer por la mañana a la habitación para reiterarle sus excusas.
De merendar le ofrecieron una infusión de poleo menta y para cenar puré de arroz. Ésta vez ya en su punto perfecto.
Para la gerente del Departamento de Salud de Elda se trata de una situación aislada y anecdótica. «Como en todos los sitios puede haber errores. Se le pidió perdón por activa y por pasiva y se le volvió a hacer la comida. No podemos hacer más. Es una situación anómala y puntual, un despiste de la cocina que nunca antes se había producido». Para Vicenta Tortosa sería «injusto» decir ahora que en el hospital se come mal porque en los cuatro últimos años se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar la calidad del servicio. De hecho, desde entonces no se había registrado una sola queja. Solo una sugerencia en Pediatría para mejorar la vistosidad de los platos y que resulten más apetecibles.
