La dirección del instituto Azorín de Petrer ha solicitado formalmente a Educación que el traslado de la actividad docente a las futuras aulas prefabricadas se retrase hasta el próximo verano.

La Conselleria contemplaba realizar la mudanza de los 800 alumnos, el profesorado y el personal administrativo el próximo diciembre. De este modo se querían aprovechar las vacaciones de Navidad para iniciar las clases de 2020 en los barracones. Sin embargo, los movimientos de tierra, la conexión con el alcantarillado y el sistema de evacuación de aguas pluviales ni siquiera han comenzado a realizarse a día de hoy. Deberían haberlo hecho en septiembre pero diferentes contratiempos lo han retrasado. De hecho, el acta de replanteo de la actuación se formalizó ayer y los primeros trabajos comenzarán previsiblemente este lunes con un periodo de ejecución de tres semanas. Con tal fin el Ayuntamiento aprobó una modificación de crédito de 268.000 euros mientras la Conselleria se comprometió a aportar otros 200.000 euros.

Pero lo único que se ha hecho hasta el momento es desbrozar la parcela municipal de la zona de Els Platans, un amplio solar próximo a la avenida de Salinetas, donde los responsables municipales y educativos han acordado instalar los barracones. Una decisión que ha suscitado las críticas de la AMPA al encontrarse a un kilómetro y medio de distancia del actual centro, que tiene más de medio siglo de antigüedad y deberá ser demolido para levantarse de nueva planta. Se trata de un proyecto de envergadura que podría comenzar tras el verano de 2020 con un plazo de ejecución de entre 18 y 24 meses.

La otra opción que se barajaba era realizar el traslado a las prefabricadas el próximo abril durante las vacaciones de Semana Santa. Pero en tal caso solo se aprovecharían dos meses antes de finalizar las clases, por lo que la idea parece haberse descartado.