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Novelda

El Consell mantendrá el vertedero industrial cinco años, pero con restricciones

Medio Ambiente concede otra prórroga a la planta aunque prohibirá los residuos que porten restos orgánicos y plásticos sin embalar

El vertedero de Lurima durante el incendio de 2016. ÁXEL ÁLVAREZ

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha prorrogado, otros cinco años más, la autorización ambiental para que Lurima mantenga abierto el vertedero de residuos industriales de Novelda. No han surtido efecto, por tanto, las alegaciones solicitando el cierre presentadas por el equipo de gobierno socialista, los partidos de la oposición Guanyar, Cs y Compromís, el Club Novelder de Muntanyisme y la asociación de vecinos «La Amistad» del barrio de La Estación.

El director general de Cambio Climático, Joan Piquer, ha confirmado que, si bien la clausura de la planta no es posible porque cumple con la legalidad, su departamento ha abierto un expediente de oficio para verificar que toda la actividad que se realiza en el depósito, cuya última autorización se remonta al año 2012, se ajusta a la actual normativa en materia sanitaria y de gestión de residuos.

Limitaciones

Según explicó ayer la concejala de Actividades Económicas y Urbanísticas, Geno Micó, desde la Conselleria de Medio Ambiente se va a prohibir el vertido de los inertes clasificados con el código 20 LER, la Lista Europea de Residuos. Se trata de desechos que pueden llevar adheridos restos de materia orgánica y que, al descomponerse con el calor, producen incendios por la emanación de gas metano y los malos olores de los que los vecinos del cercano barrio de La Estación llevan años quejándose. Con la misma pretensión, la dirección general de Cambio Climático estudiará desautorizar el vertido de desechos clasificados con el código 19 LER. En ambos casos se trataría de introducir restricciones en la entrada de los desechos que se autorizaron hace seis años. Se busca eliminar todos aquellos que puedan generar malos olores o contener plásticos volátiles, que es otro de los problemas que genera este vertedero con más de dos décadas de funcionamiento y que también ha sufrido varios incendios importantes en los últimos años. Precisamente, para evitar que los plásticos terminen esparciéndose por el Barranco de Salinetas en días de viento, se impondrá la obligación a la empresa de compactarlos en balas. Técnicos de la Conselleria también visitarán este enclave protegido ante la posibilidad de que se hayan sobrepasado los límites de la planta afectando a los «clots de la sal».

Prioridades

De todo ello se habló en la reunión que el alcalde de Novelda, Fran Martínez, y su concejala Geno Micó mantuvieron en València con Joan Piquer. Un encuentro al que asistieron técnicos municipales y dos representantes de la asociación vecinal del barrio de La Estación. La comitiva noveldense le transmitió al responsable de Medio Ambiente «las inquietudes y prioridades» del municipio respecto al vertedero de inertes del paraje Altos de Verdú, para el que se ha vuelto a solicitar el cierre sin obtener éxito alguno.

Al concluir la cita, el alcalde indicó que «es necesario aplicar transparencia sobre un proceso que no se había llevado de la manera más correcta. Por eso es nuestra obligación facilitar a los vecinos todas las vías posibles para acceder a la información sobre la actividad de una instalación que les afecta directamente», quiso puntualizar Fran Martínez. A pesar de encontrarse con la negativa del Consell al cierre, los vecino están satisfechos. «Hemos podido exponer y trasladar la situación que se vive en la zona, que es la principal afectada por su cercanía», destacaba Toñi Pastor.

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