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Una nueva estafa online ocasiona cuantiosas pérdidas a los productores de frutas y hortalizas

La trama contacta de forma telemática y presenta documentación falsa del país de origen para conseguir la mercancía antes de desaparecer. Asaja aconseja a los agricultores que extremen las precauciones tras sufrir pérdidas superiores a los 500.000 euros

Una nueva estafa online ocasiona cuantiosas pérdidas a los productores de frutas y hortalizas

Un nuevo tipo de estafa que tiene por víctima a los agricultores se está extendiendo por la provincia ocasionando pérdidas que superan los 500.000 euros. La trama delictiva opera desde otros países a través de internet suplantando la identidad de delegados comerciales de importantes supermercados del norte de Europa. De este modo logran apropiarse de frutas y hortalizas sin llegar a efectuar ningún pago por la mercancía. Por el momento, se desconocen datos concretos sobre la autoría de estos hechos porque nunca se produce un contacto presencial. No obstante se ha detectado una modalidad idéntica de estafa en otros puntos de España, y tampoco se descarta que haya productores afectados en otros países.

En Jaén, por ejemplo, se han llevado a cabo estafas de almendra por valor de 150.000 euros y en la provincia de Alicante la banda ya ha adquirido pequeñas partidas de hortalizas de la Vega Baja y 70.000 kilos de uva de mesa del Medio Vinalopó, generando un perjuicio económico muy importante para las empresas del sector en los inicios de la campaña. En concreto, un productor ha perdido 120.000 euros tras enviar un camión de uva a París. En este caso el timador cibernético se hizo pasar por el jefe de compras de una de las cooperativas agrícolas más potentes de Francia. Los correos electrónicos recibidos parecían auténticos, los informes bancarios solicitados por el vendedor eran buenos y la apariencia legal de la transacción le hizo confiar. Pero cuando la uva llegó a la capital francesa se perdió su rastro y el pago nunca se efectuó.

Sin dejar rastro

La trama, según ha podido constatar la Guardia Civil, se pone en contacto siempre de forma telemática, ya sea vía correo electrónico, por WhastApp o por plataformas digitales. Los timadores presentan documentación falsa: justificantes de pago del país de origen inexistentes y copias de los membretes de las grandes superficies a las que aseguran representar. Después, recogen las frutas y hortalizas y, tras retirarla, desaparecen sin dejar rastro tras dar de baja teléfonos, páginas web, apartados y cuentas de correo.

ASAJA Alicante ha pedido a los agricultores alicantinos que tengan en cuenta la existencia de este tipo de tramas, y aconseja que si en la relación comercial se producen dudas no entreguen la mercancía hasta que no se realice el 100% del pago. «Es fundamental contactar con los supermercados a los que hacen referencia los supuestos representantes comerciales para cerciorarse de que pertenecen verdaderamente a esas empresas y, de este modo, comprobar la veracidad de su identidad», enfatiza el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte.

«Lo primero que tiene que hacer el agricultor -añade- es identificar a su comprador. Si le vienen de una empresa que no tiene sede en la Comunidad Valenciana debe desconfiar, y más todavía si toda la relación se realiza solo por plataformas digitales. En segundo lugar, cuando se tratan los precios si le ofrecen algo que está por encima del mercado es porque seguramente no le quieren pagar».

El departamento jurídico de Jóvenes Agricultores ha elaborado contratos de compra-venta personalizados que pueden ayudar en estas transacciones. Forman parte de la Ley para Mejorar el Funcionamiento de la Cadena Alimentaria y cuentan con todas las garantías para mejorar la seguridad jurídica y fijar el precio. Además, ASAJA está en contacto permanente con la Agencia de Información y Control Alimentario y los Cuerpos de Seguridad para notificar cualquier abuso. Por eso se insiste en pedir a quienes sufran impagos, robos o estafas que denuncien en el cuartel, llamando al 062 o a través de la aplicación de Alertcops para que todos los hechos puedan ser investigados.

Un problema añadido para un sector amenazado

La Guardia Civil mantiene abierta una investigación para desarticular esta banda que opera en el ámbito internacional

La uva de mesa no atraviesa sus mejores momentos. Los elevados costes de producción unido al incremento del precio del seguro y los daños ocasionados por la gota fría de septiembre abocan al sector a una situación crítica. Problemas a los que ahora se añaden las estafas. En el campo hay mucho temor a que este tipo de delitos se repitan porque los agricultores no están acostumbrados a que les engañen de esta manera. De hecho, importantes gestores de entidades agrarias también se han visto afectados por estas usurpaciones fraudulentas.

La Guardia Civil es conocedora de la situación y ha abierto una operación. Está investigando para poder desarticular esta banda on line y detener a los autores. Pero no es tarea fácil porque se trata de una organización criminal que opera en el ámbito internacional.

Los agricultores del Valle de las Uvas están acostumbrados a sufrir otro tipo de timos menos gravosos. El más extendido es pactar un precio de uva en campo con el comprador, que hace entrega de una cantidad como señal previa, pero luego incumple su compromiso aduciendo diferentes motivos para lograr una rebaja en el importe acordado. En estos casos los autores están plenamente identificados pero la mayor parte de los afectados prefiere no denunciar. Así se evitan la pérdida de dinero y tiempo que supone un procedimiento judicial que, en muchas ocasiones, acaba sin que puedan cobrar la deuda al declararse el condenado insolvente.

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