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El gobierno socialista de Elda mantiene quince calles con nombres franquistas

La comisión de Expertos de la Memoria Histórica redactó hace dos años y medio un informe para cumplir con la legislación y desterrar los vestigios de la Dictadura pero no se ha hecho nada pese a las recomendaciones del Síndico de Agravios

Una de las placas que quedan en las calles con nombres referentes a la época de la Dictadura. axel Álvarez

Quince son las calles que recuerdan en Elda a lugares y personas relacionados con los años de la Dictadura. La comisión de expertos de la Memoria Histórica a la que el equipo de gobierno de Elda encargó en 2016 un informe acerca de los vestigios de esta etapa que determinó hace dos años y medio qué vías del callejero debían cambiar de nombre así como la existencia de tres placas que se deben eliminar. Después de conocer el informe, el gobierno municipal socialista, que en la pasada legislatura trabajó codo a codo con Compromís y que en ésta lo hace con mayoría absoluta, se ha dedicado a dar largas sobre este asunto.

En el dossier, los historiadores expusieron que se debían suprimir los nombres de Alcázar de Toledo, Andrés Amado, Eugenio Montes, Federico García Sanchiz, Pedro González Bueno, José María Pemán, Ricardo León, Tropas Gallegas, Vázquez de Mella, Belchite, Brunete, Plaza del Santuario, Alto de los Leones, Luis Batllés y Alféreces Provisionales. Calles que mantienen su denominación a día de hoy. En el documento argumentaron que estas vías rinden honores a personajes o lugares de marcado sesgo franquista o falangista. No existen plazos fijados para el desarrollo de la ley de la Memoria Histórica. Éste es un vacío legal de esta normativa, que tampoco impone multas a los municipios por no cumplirla, con lo que pueden dilatar la decisión de forma continuada.

Un año esperó Izquierda Unida para elevar al Síndico de Agravios su malestar ante la dejadez del Gobierno de Elda por cumplir la legislación aprobada en 2007 durante el mandato del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Advertencia del Síndic

En esta materia, el «Síndic de Greuges» advirtió al Ayuntamiento de la necesidad de abordar la cuestión de la Memoria Histórica. Ante este requerimiento, el entonces concejal de Patrimonio, Amado Navalón, anunció que se realizarían una serie de conferencias a modo de participación ciudadana para iniciar el proceso de cambiar el nombre de las calles de Elda relacionados con el régimen franquista, y así adecuarlo a la Ley de Memoria Histórica. La idea es que la ciudadanía decida qué nombres dar a las calles, una vez se suprima la actual toponimia.

Hace siete meses, en febrero, el edil aseveró que «este no es un deseo de la corporación ni de los gobernantes, sino una obligación». Al mismo tiempo argumentó que lo mejor sería que «la propuesta y la decisión de llevarlo a cabo lo realice la nueva corporación que salga de las elecciones del 26 de mayo».

Tras las elecciones, Navalón asumió, de nuevo, las competencias de Memoria Histórica. El edil socialista reconoce que «la cuestión está en el mismo punto que hace meses aunque en mi mente está retomar el tema y sacarlo adelante». A este respecto el director general de Calidad Democrática, el eldense Iñaki Pérez, ha relatado que «hace unas semanas me plantearon por parte del equipo de gobierno, de forma informal, la posibilidad de tener un contacto en Elda para ver cómo cumplir la legislación y qué hacer» a lo que ha añadido que «no se ha concretado fecha».

Ilegalidad

En este sentido, Iñaki Pérez ha apuntado que «en la conselleria debemos formalizar la Comisión de Vestigios de la Guerra Civil y la Dictadura y una vez constituida, la idea es mandar cartas a todos los ayuntamientos recomendando que se cumpla la ley de la Memoria Histórica». Uno de ellos será el de Elda que se encuentra en una situación «de ilegalidad en esta cuestión», ha apostillado.

La comisión de expertos también puso el acento en el nombre de algunos barrios. Por ejemplo, en el barrio José Antonio - Las 300 recomienda que «la retirada de cualquier referencia a José Antonio Primo de Rivera vinculada a este grupo de viviendas».

Por otro lado, uno de los puntos más controvertidos del informe es el que ahonda sobre la Cruz de los Caídos. El dossier apunta que es «la máxima referencia a la Guerra Civil y a la Dictadura en la ciudad». Y proponen que se conserve el monumento «siempre y cuando la interpretación del mismo sea claramente de rechazo a la exaltación de la Guerra Civil». Además sugiere la sustitución de la lápida actual por una destacada inscripción con la leyenda «Nunca Más».

Dentro de las candidaturas para el cambio de nombre, la comisión sugirió el de Francisco Coello, primer sacerdote de la parroquia de San Francisco de Sales, que fue un referente democrático y social, especialmente en algunos momentos difíciles de la Transición y el del escritor valenciano que hizo en su obra referencias a Elda, Enric Valor.

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