Ajada, oxidada, descolorida y cuarteada. Así se encuentra la señalización vertical y horizontal en Elda. Tras más de una década sin renovarla, la posibilidad de que la señalética se modernice parece todavía lejana. La contratación de una empresa que se encargue de la mejora de la imagen de las señales indicativas se encuentra en el laberíntico y lento procedimiento para la firma del contrato.
El expediente de licitación se publicó en el mes de mayo en el perfil del contratante y se abrieron las ofertas días después. Sin embargo, para que éste se adjudique, todavía le falta un informe. Tres de las empresas que han concursado han presentado presupuestos de baja cuantía y ahora los técnicos municipales deben delimitar si son baja temeraria o no. De esta manera, el contrato ha quedado estancado mientras la climatología y los perniciosos efectos del sol se ceban cada vez más con estas señales.
El Ayuntamiento está dispuesto a invertir 247.933,86 euros en la renovación de las señales, según se indica en el documento de contratación y, mientras tanto, conseguir llegar al Museo del Calzado orientándose a través de la instaladas en el casco urbano de la ciudad es complicado. Las envejecidas señales ya no guían el camino a los distintos museos o a la oficina del SERVEF. Muchas de ellas ni siquiera dejan entrever hacia dónde apuntan. Su indicación ha desaparecido por completo.
¿Hacia dónde ir?
No solo están ajados los carteles de edificios y entidades municipales. De la falta de mantenimiento tampoco se libran las que señalan hacia dónde ir, si a Monóvar o a la autovía. Su mal estado puede ocasionar equivocaciones entre los conductores o provocar que minimicen la velocidad a la espera de ver con mayor nitidez hacía dónde se deben dirigir.
La deteriorada y anticuada señalización es una asignatura pendiente del gobierno municipal. Hace algo más de año y medio un grupo de vecinos ya alzó la voz sobre el mal estado de las señales. Al mismo tiempo pedían un plan para que señales viarias como los pasos de cebra también se mejorasen, sobre todo en las zonas cercanas a los colegios. Meses después siguen igual o peor.
Y a pesar de que el GPS instalado en los distintos teléfonos móviles ha dejado fuera de juego a la señalización vertical urbana como sistema primordial para la orientación por la ciudad, las deficientes señales restan a la buena imagen de la ciudad y además la hacen menos accesible.
Buena parte de ellas presentan un aspecto lamentable después de cerca de dos décadas sin renovarse. Y aunque el mal estado de muchas de ellas se debe al inexorable paso del tiempo, en algunas otras los vándalos se han cebado con ellas. Las pintadas tapan cualquier información de interés.
Las viejas, mejor
Por contra, algunos indicativos de la antigua carretera Nacional, que cruzaba el caso urbano y que señalan la dirección a Madrid, todavía pertenecen al paisaje urbano eldense. Es curioso que frente a las más modernas, que sufren un fuerte deterioro, éstas últimas han resistido con mayor estoicismo el paso del tiempo.
