Elda conmemora el inicio de los Moros y Cristianos. En el último tramo de la celebración del 75 aniversario de la recuperación de estos festejos, la Junta Central de Comparsas organizó ayer uno de los actos más íntimos y emotivos. Los festeros de la localidad revivieron la bendición de las primeras cinco banderas que tuvo lugar el 17 de septiembre de 1944, recién consagrada la iglesia de Santa Ana.

La comisión encargada de los actos de esta efeméride quiso que el preparado en el programa para el mes septiembre mirase hacía dentro. Fue una introspección hacía el interior de una fiesta que nació de la soldadesca donde la pólvora y las banderas eran elementos esenciales. Así, la emotividad y el recuerdo hicieron grande un momento en el que se pudo ver, por primera vez en la historia al santo de los Moros y Cristianos, San Antón junto a los santos patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso.

La pólvora marcó el inicio del acto y acompañó el traslado de la talla del anacoreta desde su ermita a la iglesia de Santa Ana, portada a hombros de los mayordomos que han formado parte de la Mayordomía en los últimos años. El cronista de la Junta Central, José Blanes, explicó que «tal y como ocurrió en aquella remota fecha primigenia de nuestra Fiesta, hay disparo de arcabucería y ondear de banderas que se ha compaginado con el acto religioso de exaltación de nuestras banderas festeras ante el trono donde se exponen las dos imágenes de nuestros patronos y con la presencia de nuestro querido San Antón».

Los arcabuceros de las comparsas con sus capitanes al frente menos la de Piratas, que declinó disparar por la exagerada subida del precio de la pólvora, los cargos infantiles y las abanderadas mayores de las nueve comparsas junto a sus respectivos presidentes precedieron al Santo en su discurrir por las calles Independencia, Andrés Amado, Espoz y Mina, Plaza de la Constitución, Colón, Nueva, Ortega y Gasset y San Francisco. A su entrada en el templo de Santa Ana se tiró una nueva salva de arcabucería y, una vez colocada la imagen junto al trono de la Virgen y el Cristo, se celebró la misa de acción de gracias para celebrar la exaltación de las banderas festeras y el 75 aniversario de la fiesta.

Acabado el acto religioso, la imagen de San Antón fue de nuevo portada a la plaza de la Constitución y entronizada ante la fachada del Ayuntamiento, desde cuyos balcones los presidentes y presidentas ondearon las banderas de las comparsas y Junta Central mientras la banda Santa Cecilia interpretó el pasodoble Idella y, durante un minuto aproximadamente, los arcabuceros descargaron una salva continua de arcabucería desde la calle Colón. Tras ello, la imagen volvió a su ermita. Sólo a su entrada se disparó una nueva salva en su honor. Finalmente, la comitiva acompañó a los cargos infantiles y mayores y a las autoridades y Junta Central hasta su sede en la Casa de Rosas.

El acto contó con un menor número de arcabuceros debido al elevado precio de la pólvora cerca de 50 euros. Por ello, algunas comparsas como la de Estudiantes, Moros Realistas y Huestes del Cadí subvencionaron el material explosivo a sus tiradores.

En estos 75 años de historia, los Moros y Cristianos se han convertido en la fiesta más multitudinaria de la ciudad y en un motor de atracción de vecinos de otras poblaciones. Más de 7.000 festeros participan en la actualidad en unas fiestas que hace 75 años nació al echarse a la calle un grupo de vecinos de Elda que consiguieron trajes de las vecinas poblaciones de Petrer, Sax y Villena. Así, nació la fiesta, que hacía décadas había dejado de celebrarse en Elda y de la que sólo quedaba retazos de su existencias en relatos de Emilio Castelar y Lamberto Amat. La llama de la recuperación de los Moros y Cristianos de Elda la prendió «Pepe, el platanero» al bailar en la hoguera de San Antón ataviado con un traje de Contrabandista que le prestó un familiar de Villena. Un año después, en 1944, más vecinos se sumaron a la gesta y en 1945, se crearon las primeras cinco comparsas .

Desde enero

Con la celebración de ayer, el amplio y extenso programa de actos de esta efeméride empieza a tocar a su fin, sólo resta el congreso que la comisión encargada ha convocado como colofón. El 75 aniversario comenzó en la Media Fiesta, que habitualmente es en el mes de enero, coincidiendo con la festividad del patrón, San Antón.

Tras estos fastos, la Junta Central de Comparsas se prepara para otro aniversario. En este caso será el centenario del Tenorio, o Dos tubos un Real, que echará a rodar en el mes de octubre, cuando se represente parcialmente la obra en el geriátrico de Elda. Del mismo modo, el 29 de noviembre se llevará a cabo una mesa redonda sobre el teatro en Elda, mientras que el 14 de diciembre habrá teatro en la calle, representando algunas escenas de la popular obra en la Plaza Mayor, y donde al finalizar se procederá a la inauguración del palco concedido al autor de la obra, Emilio Rico Albert, en el Teatro Castelar.