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La plaga de la avispilla causa pérdidas del 60% en las cosechas de almendra en zonas del interior de la provincia

El insecto fue detectado por primera vez hace dos años en Biar y se ha extendido a Castalla, Onil, Sax y Villena - Las medidas aplicadas por los agricultores están logrando evitar que se extienda por el Medio Vinalopó

Una de las fincas afectadas por la plaga de la avispilla de la almendra entre los términos municipales de Sax y Castalla. ÁXEL ÁLVAREZ

La plaga de la avispilla ha ocasionado en la actual campaña pérdidas de hasta el 60% en las cosechas de almendra de fincas ubicadas en las comarcas del Alto Vinalopó y la Foia de Castalla. Concretamente en los términos limítrofes de Biar, Villena Castalla, Sax y Onil. El insecto volador pone sus huevos en el interior de la almendra y las larvas crecen alimentándose de las pepitas hasta que se convierten en ninfas. De ahí la dificultad para detectar su presencia. Solo cuando se recoge la cosecha -o en las semanas previas- es cuando se puede medir el alcance real del daño ocasionado. De hecho, en la campaña pasada hubo agricultores que llegaron a perder el 40% de la producción pero no se percataron de ello hasta el momento de la recolección.

En estos casos toda la almendra afectada, incluyendo la que queda momificada en el árbol, debe retirarse y quemarse en la misma parcela para evitar la propagación de la plaga. El siguiente paso es suministrar a los almendros los tratamientos fitosanitarios adecuados, en el momento en el que el insecto es más vulnerable, ya que el ataque solo lo sufre el fruto quedando el árbol intacto.

Fue en julio de 2010 cuando se tuvo conocimiento de la presencia de la avispilla del almendro en España. Se sospecha que llegó con importaciones sin el debido control desde el sur de Asia y se detectó inicialmente en la provincia de Albacete. Pero en febrero de 2016 ya se tuvo constancia de la presencia del himenóptero en varias zonas de la Comunidad Valenciana. Concretamente en el Valle de Cofrentes-Ayora y La Plana Utiel-Requena, desde donde penetró en la provincia de Alicante a través del Alto Vinalopó. Fue en julio de 2017, como este diario ya adelantó, cuando el insecto volador de nombre «Eurytoma amygdali Enderlein» se localizó por primera vez en Biar. Concretamente en dos fincas con una superficie afectada de 50 hectáreas. Pero en la actualidad ya se ha expandido por el paraje agrícola de la Peña Rubia de Villena y entre los términos de Sax-Castalla-Onil y Villena-Salinas. Al menos, de momento no hay constancia de que haya conseguido desplazar su hábitat a la comarca vecina del Medio Vinalopó, que es una de las zonas de mayor producción en la provincia. Pero los agricultores temen que la plaga irrumpa en Salinas, Monóvar, Pinoso, Petrer, La Romana y Algueña si no se toman pronto las acciones adecuadas. Entre ellas quemar las cosechas afectadas, aplicar los productos fitosanitarios autorizados y, en el caso de los campos abandonados, arrancar y calcinar los almendros para evitar que se conviertan en un activo foco de propagación.

De momento la avispilla se mantiene controlada y aislada en la zona de afección de las comarcas del Alto Vinalopó y la Foia de Castalla. Un éxito que responde a los esfuerzos que el sector ha llevado a cabo en el último año para informar y concienciar a los productores de la necesidad de adoptar medidas urgentes. También las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Murcia y Valencia han creado una mesa de trabajo para abordar el problema. En julio sus integrantes se reunieron en Pinoso y están desarrollando, con la Universidad Politécnica de València, varias líneas de investigación para combatir la avispilla con trampas de feromonas e introduciendo en su nuevo hábitat al depredador natural. Diferentes soluciones que están siendo objeto de experimentación en un campo de ensayo de Biar.

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