Los comerciantes del Mercado Central de Elda le han pedido al nuevo concejal de Comercio, Enrique Quilez, que prepare alguna acción comercial que incentive las ventas los viernes por la tarde. Esta franja horaria, en la que hace unos años se hacía caja, ha visto muy mermada la afluencia de clientes.
El mercado de abastos lleva a años perdiendo parte de sus clientes. Al ir surgiendo nuevos modelos de tienda de alimentación, primero los supermercados y luego los hipermercados, el mercado entró en decadencia, y los cierres o abandonos de los espacios de mercado se multiplicaron. Esa es una de las luchas de la asociación de comerciantes, batallan por volver a abrir los puestos que echaron la cancela, pero a pesar de algunas iniciativas puntuales finalmente no se ha conseguido mantener los nuevos modelos de venta de productos no perecederos.
El Mercado Central, según el estudio redactado por Mercasa, cuenta con una superficie bruta arrendable de 1.606,56 m2. Por un lado, la superficie comercial con actividad es de 1.100,96 m2, el 68,85% del total y el espacio sin actividad es de 505,60 metros cuadrados lo que significa un 31,47%.
Lo que en Elda se muy similar a lo que ocurre en el resto de superficie comerciales tradicionales de los municipios de la comarca. Pero, al mismo tiempo, observan como mercados tradicionales han cambiado su concepto y esto ha sido su tabla de supervivencia. Y eso es lo que quieren para ellos.
En este sentido, el edil de Comercio asegura que «vamos a trabajar por promocionar las comprar los viernes por la tarde pero sobretodo, nos tendremos que sentar con los comerciantes y determinar qué se hace para modernizar la imagen del mercado e intentar conseguir fondos para ello». El mercado ya ha probado con concursos, sorteos, degustaciones, descuentos, talleres y actividades lúdicas para tratar de sintonizar con nuevos públicos. Sin embargo, por la avanzada edad de los compradores y la escasa presencia de clientes jóvenes no todas las acciones han generado el mismo interés.
De hecho, aunque el Mercado Central ha perdido su hegemonía como el centro de la actividad social y económica de Elda durante décadas, sigue manteniendo un puesto privilegiado sobretodo los martes y los sábados por la mañana, cuando el mercadillo ambulante le sirve de polo de atracción de muchos vecinos tanto de la ciudad como de la comarca.
Por otra parte, los empresarios que han tomado el relevo generacional de su familia, se ha puesto las pilas y recurren a las nuevas tecnologías para atraer a un mayor número de clientes.
Obras
De momento, la concejalía de Comercio ha comenzado con las obras que eran más urgentes, después de que la asociación comercial llevara tiempo reclamándolas. Por un lado, los ascensores paralizados durante años se han arreglado aunque ahora se está esperando el visto bueno de Industria para ponerlos en marcha.
Por otro lado, se han realizado trabajos para arreglar la cubiertas. Algunos desperfectos estaban ocasionando goteras y humedades en el interior de la sala comercial. Así, hace unos días se realizaron los trabajos verticales para poner a punto el tejado.
Ahora, la asociación de comerciantes está pendiente de que solución se le da a la canalización de aguas pluviales de la entrada de la rotonda de las Fallas. Aseguran que cuando se producen lluvias torrenciales se llega a inundar el garaje por la entrada de agua a través de la rampa de acceso.
Sobre este asunto, Quilez comenta que «son actuaciones que todavía no están proyectadas pero que tendremos que acometerlas, aunque será necesario ver con qué financiación contamos».
Elda cuenta en la actualidad con dos mercados de gestión municipal. El de mayor superficie el Mercado Central se ubica en la zona comercial de Elda mientras que el otro, el de San Francisco de Sales, da servicio a una zona periférica del casco urbano.
