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Por el mal estado de la pólvora

Novelda suspende las salvas de arcabucería en la romería de la patrona

La Junta Central de Comparsas toma la decisión tras considerar que el explosivo no reúne las condiciones de seguridad adecuadas

Disparo de arcabucería de Novelda años atrás.

La Santa se queda sin pólvora. Con motivo del 50 aniversario de los Moros y Cristianos de Novelda, la Junta Central de la Federación de Comparsas de Santa María Magdalena había organizado unas salvas de arcabucería a la entrada de la patrona al casco urbano. Era la primera vez que se escucharía el estruendo de los arcabuces a la llegada de la talla, tras la romería que la lleva desde el santuario hasta la iglesia de San Pedro. Sin embargo, los problemas con el suministro del material explosivo han dado al traste con la intención de la entidad festera.

Ayer tarde se reunió la directiva de la Junta Central para tomar decisiones, aunque los festeros ya sabían con antemano que la pólvora no llegaría. Así, se dio por suspendido el acto de salvas de arcabucería así como el alardo previsto para la mañana del 20 de julio, al considerarse que el explosivo no reúne las condiciones de seguridad adecuadas. Además, según indicó el presidente de la entidad, José Eugenio Pérez, «el polvorín se ha negado a venderla».

La partida en mal estado que puso en jaque la celebración de los alardos y disparos en las embajadas de poblaciones como Biar o Muro de Alcoy sigue trayendo cola. Desde entonces no se ha podido obtener pólvora negra fina.

El lote de pólvora que se ha suministrado, en el mes de julio, por la empresa de Monte Alegre del Castillo e importado de Italia tiene un granulado más grueso y de muy mala calidad. La granulometría era incluso mayor que la que se utilizó en los actos de disparo de Petrer o Elda. Los arcabuceros de estas ciudades ya se quejaron del tamaño del grano así como de su textura más pringosa y de que ensuciaba mucho más que el explosivo que se usan habitualmente en estos festejos. Sin embargo, la que estaba previsto que llegase a Novelda era de peor calidad y comportaba un mayor número de problemas.

Con estos precedentes y con la advertencia de la Guardia Civil de que su utilización podría acarrear algún incidente, la directiva decidió que la Santa pasará un año más sin salvas de arcabucería. Tampoco se realizará el acto que se había previsto en la mañana del día de la romería y que iba a empezar a las nueve. No será el año del 50 aniversario en el que se recuperará la pólvora para los Moros y Cristianos de Novelda.

Cursillo para el alardo

Tras once años sin tiros, Novelda decidió que en el 50 aniversario de sus fiestas, la pólvora volvería a los Moros y Cristianos. Con tal fin se solicitaron los oportunos permisos al Ayuntamiento y a la Subdelegación del Gobierno en Alicante y, semanas atrás, se realizó un cursillo de arcabuceros al que se apuntaron 107 socios. Todo ello con el objetivo de realizar también un alardo el 20 de julio, el día grande de la Bajada de la Santa.

En la etapa en la que el disparo de arcabucería, en toda la geografía en la que se celebran Moros y Cristianos, sufre sus peores momentos por las importantes trabas administrativas que se están imponiendo, Novelda quería devolver este elemento a sus fiestas.

Estaba previsto que cuarenta festeros de las ocho comparsas actuales -Astures, Beduinos, Damasquinos, Mozárabes, Negres Betànics, Omeyas, Piratas y Zíngaros- se concentraran en la calle Travesía con 40 kilos de pólvora.

Las salvas de arcabucería dejaron de celebrarse once años atrás por las trabas legales y las quejas vecinales. Aquel alardo que iniciaron los Piratas, y al que se fueron sumando festeros del resto de comparsas, recorría las calles del centro de la ciudad, sin itinerario fijo, entre las ocho de la mañana y las doce del mediodía del 22 de julio. Pero el Ayuntamiento decidió unilateralmente concentrar a los 25 tiradores en un alejado descampado próximo a la actual sede de los Negres Betànics. Así pretendía evitar las molestias. Pero esa decisión desagradó tanto a los arcabuceros que decidieron dejar de celebrar el acto.

Esfuerzo

La Junta Central que decidió eliminar en 2019 el disparo no cejará en su intento de recuperar este elemento tan característico de los Moros y Cristianos en próximos años.

El presidente de la Junta Central, José Eugenio Pérez Flores indicó que a pesar de los contratiempos, «queremos que la pólvora sea parte de nuestras fiestas, hemos hecho grandes esfuerzos y si no puede ser en 2019, será en 2020 pero tarde o temprano la recuperaremos».

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