El caso de la mujer de 37 años fallecida en Elda esperando asistencia médica tras caer por el patio interior de una vivienda okupada ha experimentado un giro inesperado. Los nuevos datos recabados por la Policía Nacional han llevado a barajar la hipótesis de un supuesto homicidio en lugar de un accidente, lo que llevó ayer a los agentes a detener al amigo de la víctima como presunto autor de su muerte mientras la casa era custodiada por una patrulla para proteger las pruebas.

Los efectivos de la Policía Científica y de la Brigada de Policía Judicial de Elda-Petrer que se han hecho cargo de la investigación no encontraron, en un primer momento, indicio alguno que contradijera la versión dada por el ahora arrestado, que era la única persona que se encontraba con la mujer en el momento de su fallecimiento. No obstante, fue detenido por un supuesto delito de omisión del deber de socorro porque tardó cinco horas en conseguir un teléfono para poder realizar una llamada pidiendo ayuda. Cinco horas en las que sí tuvo tiempo de dirigirse al marginal barrio de La Tafalera para adquirir una dosis de cocaína que consumió en el mismo momento. Por eso fue arrestado y trasladado el pasado martes al Juzgado de Instrucción Número 2 de Elda, acordando el juez su puesta en libertad provisional con cargos. Pero la Policía Nacional siguió investigando el caso y ayer los agentes consiguieron nuevos indicios que apuntan a la posible autoría de un homicidio por parte del amigo de la víctima, que tiene 52 años y llevaba varios meses de okupa en el domicilio donde se produjo el suceso. Ambos de nacionalidad española, residentes Elda y con problemas de drogodependencia.

Según la manifestación inicial del arrestado, eran las cinco y media de la madrugada del domingo pasado cuando se encontraban en el segundo piso de la vivienda sita en la calle Murillo. Estaban hablando en la terraza cuando la víctima se apoyó en la barandilla de cemento y ladrillo con tan mala fortuna que ésta cedió repentinamente. La mujer se precipitó entonces al vacío desde una altura aproximada de ocho metros. Cayó al patio interior de la misma casa y su amigo la asistió en un primer momento. La accidentada se encontraba muy dolorida pero consciente y el hombre la trasladó a la habitación dejándola acostada en la cama. Según indicó a los agentes, se marchó de la vivienda sin alertar a ningún vecino ni viandante para que le ayudaran a solicitar la presencia del servicio médico o de emergencias. Acudió entonces al domicilio de sus padres con la intención de conseguir un teléfono desde el que poder llamar solicitando ayuda. Pero al no conseguirlo decidió regresar a la vivienda. La herida estaba empeorando y optó por marcharse de nuevo para buscar un teléfono desde el que solicitar auxilio. Pero se encontraba muy nervioso y necesitaba tranquilizarse. Así que se dirigió a La Tafalera para comprar una dosis de cocaína y consumirla. A continuación regresó al domicilio de sus padres y efectuó la llamada al 112 pasadas las diez y media de la mañana del domingo. Pero cuando el SAMU acudió al domicilio no pudo más que certificar el óbito. Una versión de los hechos contra la que los investigadores parecen haber encontrado pruebas de peso que han motivado su segundo arresto en tres días.