El tejido industrial de la conurbación Elda- Petrer está empeñado en coger impulso y, para ello, pretende romper el monocultivo industrial del calzado y mirar hacia otros sectores con el objetivo de quebrar la dependencia del zapato por parte de la economía local. Es un reto que se marcan los municipios avalados por informes técnicos y asociaciones empresariales pero con una compleja solución.
Y aunque el sector servicios cobra pujanza en estas dos ciudades, la economía presenta un grado de industrialización elevado. Las cifras en el sector calzado plantean la hegemonía que todavía mantiene en el Medio Vinalopó. De hecho, según los datos del plan estratégico de Elda, redactado por la Universidad de Alicante (UA), las fábricas de calzado y su industria auxiliar suponen cerca de un 70 por ciento del global de las empresas, que se ubican en los polígonos industriales de la zona.
En 2017, en Elda se registraron 3.925 empresas. De todas ellas, 2.688 se dedican al calzado y aportan a la economía local 418.990 (en miles de euros). Significa el 68,48% de la totalidad de las firmas. Solo la industria de la alimentación supera el 5 por ciento del global, el resto de los sectores productivos se quedan por debajo de este porcentaje.
Además, únicamente cuatro sectores representan el 82,66% del total de las empresas relevantes. Son el calzado, la industria de la alimentación, producción de plástico y de productos metálicos.
En el caso de tomar el dato de la facturación para contabilizar el peso industrial, el calzado sigue ganando por goleada. El 69,16 por ciento de los ingresos de la economía eldense los aportan las empresas zapateras. Le sigue muy de lejos, la industria química con el 9,15 por ciento y la fabricación de productos de caucho y plástico está en tercera posición con el 7,14% del global de los ingresos.
Nuevas empresas
El pilar de las grandes cifras económicas que figuran en las estadísticas pertenece a la industria zapatera. Sin embargo, las asociaciones empresariales de la zona ven con buenos ojos como empresas de otros sectores comienzan a hacer un hueco en el tejido empresarial local.
Firmas de alto valor tecnológico añadido, de energías renovables y de alimentación se abren paso y empiezan a ocupar naves de los polígonos industriales. Así comparten espacio con las que se dedican a transformar el cuero en un par de zapatos de alta calidad.
Empresarios de la zona observan que «algo se mueve» en la economía de las dos principales ciudades del Medio Vinalopó, así lo indica el presidente del grupo BNI Activa José David Pérez quien asegura que «no tengo datos empíricos para demostrar el incipiente dinamismo pero se aprecia una cierta alegría entre los empresarios y emprendedores».
Por otra parte, el presidente de Emudesa, Javier Rivera, incide en que se ve un florecer de industrias agroalimentarias que se han instalado en el vivero de empresas de Elda y que están relacionadas con condimentos. «También hemos visto brotar en el vivero municipal y ahora ocupa un lugar importante en Campo Alto a una empresa que se dedica a la energías renovables con la fabricación de aerogeneradores». Rivera destaca que «son pequeños fogonazos en un tejido industrial todavía muy dominado por el zapagto».
La misma idea maneja el presidente de Jovempa Vinalopó, Diego Tomás al afirmar que «hay ejemplos interesantes de éxito como Ortolab, una empresa de prótesis dentales en la que trabajan más de 50 personas». De hecho, en el plan estratégico de Elda se detalla que las empresas dedicadas a los suministros médicos están experimentado un gran empuje y las cataloga como sector emergente. Asimismo, Tomás señala que «estamos viendo nacer empresas dedicadas a la inteligencia artificial, a las nuevas tecnologías y que están funcionando con éxito».
En el coworking de Petrer, Tomás observa que la industria del calzado sigue viva pero, al mismo tiempo «la mayoría de los emprendedores parecen huir de ella, buscan otros yacimientos de negocios alejados de las fábricas de toda la vida».
Los tres, Rivera, Tomás y Pérez, responden con un rotundo sí a la pregunta de si hay alternativa al predominio del calzado. Además consideran que así debe suceder. Creen que el futuro de la industria de Elda y Petrer está en innovar al igual que en digitalizar la industria.
Así, romper la concentración de la economía en un solo sector es uno de los retos que se plantean los dos municipios industriales. En este sentido, el presidente de Jovenes Empresarios del Vinalopó indica que «nosotros creemos que en Petrer se ha hecho una apuesta fuerte por diversificar el tejido industrial, tanto desde la lanzadera de proyectos industriales PetrerEmprende como desde el proyecto Teixidor en el que se les da a los emprendedores asesoramiento y un lugar donde instalar su empresa».
