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Un pianista discapacitado y su hermano caen a la vía tras ser arrastrados por el AVE

El pinosero Martín Pérez, hospitalizado en Madrid al ser lanzado por el tren con su silla de ruedas junto a Jesús, que también resultó herido - La madre se quedó encerrada en el vagón sin poder ayudar

Jesús y Martín Pérez Vigueras, con su madre el fin de semana anterior en la playa.

Un feliz viaje en el tren AVE de la estación de Villena a Madrid ha estado a punto de convertirse en una tragedia para una familia muy conocida y querida en Pinoso. Los hermanos Martín y Jesús Pérez Vigueras, de 26 y 36 años respectivamente, el primero músico y el segundo cantante, se vieron implicados en un aparatoso accidente al caer a la vía con el tren en marcha, tras ser arrastrados unos cien metros cuando se disponían a bajar en la estación de Atocha. Y mientras tanto la madre, Paquita Vigueras, tuvo que presenciar toda la escena encerrada en el interior del vagón sin poder hacer nada por ayudar a sus hijos.

El accidente, en el que también resultó herida leve una empleada de Renfe, se produjo a las 12.10 horas del pasado martes pero Martín sigue recuperándose en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente tras sufrir rotura del fémur y del húmero izquierdos. Su hermano Jesús, que reside en Madrid y está de gira con una compañía musical, tuvo más suerte aunque también necesitó atención médica por policontusiones y cortes.

Martín tiene 26 años y es un virtuoso del piano a pesar de padecer una enfermedad rara conocida como Distrofia Muscular Duchenne. El joven músico de Pinoso había sido invitado a ofrecer un concierto de piano en el Auditorio Nacional en la tarde del pasado jueves. Pero quería aprovechar su estancia en la capital, junto a su madre y su hermano, para acudir en la tarde del martes a la proyección de un documental de la Fundación Isabel Gemio sobre la investigación de Enfermedades Neuromusculares. Sin embargo todos sus planes se vieron truncados cuando llegó a la estación de Atocha. El AVE paró y las empleadas de Atendo colocaron la plataforma para que pudiera descender del tren con la pesada silla de ruedas de motor -de 150 kilos- que necesita para desplazarse debido a la enfermedad incurable que sufre. Pero cuando estaba a mitad de bajar, el AVE se puso en marcha de repente. Su hermano Jesús se lanzó entonces desde el vagón a la plataforma para abrazarlo, en un gesto institivo de protección, mientras gritaba pidiendo ayuda. Las operarias de Atendo y los viajeros que presenciaron la escena también trataron de alertar al maquinista para que parase. «Pero el tren tomaba cada vez más velocidad y nos arrastró unos cien metros hasta que los dos nos caímos de la plataforma a la vía desde una altura de metro y medio», relata Jesús señalando que «mi hermano y yo hemos vuelto a nacer. Pudimos habernos matado perfectamente y, de hecho, los bomberos y el personal sanitario que acudieron emplearon una hora en el rescate». Mientras tanto, la madre se quedó encerrada en el vagón cuando el tren inició la marcha. Y allí permaneció, sufriendo una crisis de nervios, hasta que el AVE se detuvo al inicio de la estación donde iba a recoger a los nuevos pasajeros.

La Policía Nacional ha abierto un atestado para aclarar lo sucedido y Renfe una investigación interna. La familia también ha interpuesto una reclamación contra la compañía. «Pero a sus responsables tenemos que agradecerles la amabilidad y el interés que han demostrado con nosotros», ha puntualizado Jesús. «Afortunadamente el accidente no ha sido más grave pero estamos muy afectados. Veníamos a Madrid a cumplir el sueño de Martín y el sueño se ha convertido en una pesadilla», añade Paquita trasmitiéndole su gratitud al Ayuntamiento de Pinoso y a todas las personas que se han interesado por sus hijos y les han enviado decenas de muestras de cariño.

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