Enrique Rubio es industrial del sector calzado, está casado y a sus 56 años tiene dos hijos, dos nietos y un tercero en camino. Es aficionado al fútbol -jugó en Tercera División con el Eldense hasta que tuvo que retirarse por una lesión- pero su gran pasión son las fiestas de Moros y Cristianos. De hecho pertenece a los Berberiscos desde 1989, comparsa de la que fue presidente entre 2010 y 2015, y que ha tenido a muchos miembros de su familia como cargos festeros. Su mujer, Gloria Ramos, y su padre, Enrique Rubio, fueron abanderada y capitán en el año 2000 y sus hijos Enrique y Gloria en 2012.
P¿Qué le ha llevado a presentarse a las elecciones?
R Lo hago por devoción y amor a las fiestas de Petrer porque tengo muy claro que habrá momentos complicados, y me tocará dedicarle al cargo muchas horas de mi familia y de mi tiempo libre.
P¿Esperaba que su candidatura fuera la única en las votaciones?
R Sí, porque llevo conmigo un equipo muy fuerte que combina experiencia y juventud. Y, además, hace cuatro años decidí no presentar mi candidatura a la presidencia para apoyar a Vicente Escolano Mateo, que se adelantó y presentó la suya antes. Pero los festeros sabían que a este nuevo mandato me presentaría.
P ¿Ha mantenido entonces a los mismos vocales?
R A todos no pero a la mayoría sí. De los seis repiten cuatro y tres de ellos han sido presidentes en sus comparsas. Me refiero a José María Bernabéu Gómez, de los Vizcaínos; Juan Serrano Planelles, de los Moros Viejos y a Manuel Cuadrado Moll, del Tercio de Flandes.
P ¿Qué retos se plantea?
R Acometer las obras de mejora y adecuación de la Casa del Fester es fundamental porque lleva más de 20 años sin renovarse. También necesitamos incentivar la participación en los actos de pólvora porque los tiros son el origen de los Moros y Cristianos y, con tantas trabas legales, cada vez hay menos festeros disparando. Y otro objetivo muy importante es fomentar la comunicación directa entre los socios de las comparsas y la Unión de Festejos para abordar juntos los asuntos de interés.
P ¿Cómo encuentra a los Moros y Cristianos de Petrer?
R Las fiestas las encuentro estancadas y necesitamos modernizarlas sin perder la tradición. Corremos el riesgo de hacernos más fiesteros que festeros y debemos seguir siendo una referencia para los pueblos que celebran Moros y Cristianos. Hay actos que están perdiendo fuerza y lugares en los que los festeros ya no se pueden lucir como antes porque la celebración ha crecido mucho, pero no se ha hecho ninguna mejora desde hace 30 años.
P ¿Y cómo piensa mejorar?
R La razón se gana, no se impone, y lo primero es organizar reuniones, encuentros y charlas con los festeros para analizar los actos y conocer la opinión sobre los mismos. Pero eso sí, la tradición festera hay que respetarla a rajatabla.
P ¿No cree que está perdiendo fuerza la Unión de Festejos?
R Recuperar el respeto de los festeros ante las decisiones que adopte la entidad es otra de las metas que nos hemos marcado. Y también conseguir involucrar a la juventud en la organización de los Moros y Cristianos.
P ¿Qué opina del trabajo realizado por la anterior directiva?
R Prefiero hablar de nosotros y del presente hacia el futuro. Los festeros son los que deben juzgar.
