Los caprichosos azares de la política ofrecerán el próximo sábado en el Teatro Castelar de Elda una imagen para la historia durante la sesión de investidura de la nueva Corporación eldense.
El concejal de Vox, José Francisco Mateos, será el encargado de entregarle al socialista Rubén Alfaro la vara de mando de la ciudad de Elda en su toma de posesión tras ser reelegido alcalde. Al tratarse del concejal de mayor edad de la nueva Corporación -tiene 67 años- la ley le confiere a Mateos tal función. Pero la paradoja no acaba ahí. La vara perteneció a Manuel Azaña, el último presidente de la II República Española. Tras su muerte este símbolo material de la Jefatura del Estado cambió varias veces de manos hasta que José Francisco Alonso, el presidente de la Liga Pro-Derechos Humanos, decidió donar en 2007 el histórico bastón a la ciudad de Elda por ostentar la capitalidad del Medio Vinalopó, comarca donde estuvo asentada la última sede del Gobierno de la II República y el aeródromo desde donde el presidente Juan Negrín partió al exilio tras la victoria de Franco en la Guerra Civil.
Zapatero y Bravo
La vara de Azaña se depositó inicialmente en el Archivo Histórico Municipal de Elda y, tras su restauración, el alcalde Rubén Alfaro decidió que se mostrara, de forma permanente, en el interior de una vitrina situada en el vestíbulo de la Casa Consistorial.
El acto inaugural se celebró en abril de 2018 y asistieron, entre otros, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, y la consellera de Justicia y Libertades Públicas, Gabriela Bravo, quien señaló que «la vara es símbolo de rechazo público e inequívoco del franquismo y de los crímenes que perpetró y, a su vez, homenaje público e incontestable, a la memoria de sus víctimas».
El pleno de constitución de la nueva Corporación se celebrará a las 12 horas del sábado en el Castelar. Como ya adelantó ayer este diario, por primera vez desde que se formaron los ayuntamientos democráticos en 1979, la sesión tendrá lugar fuera del salón de plenos del Ayuntamiento. Una medida con la que se pretende suplir la falta de espacio para presenciar el acto protocolario. También es la primera vez que un alcalde de Elda recibirá de manera simbólica la vara de mando del ex presidente de la II República. Y que se la entregue, además, un concejal de Vox tiene su aquel.
