El eldense José Blanes abrió anoche los Moros y Cristianos de Elda con un emotivo pregón en el que relató sus primeros pasos en el mundo de la fiesta y en el que aludió al tribuno eldense, Emilio Castelar. Su primer recuerdo: «Miro hacia atrás en el tiempo y veo una mágica noche en el entonces reducido recinto de esta plaza, con las banderas flameando en estos mismos balcones del edificio consistorial, ante un mar de festeros tocados con su fez o gorro cuartelero, vibrando con enorme alegría mientras suena el himno nacional y llena de color el cielo una gran palmera disparada entre las gemelas torres de Santa Ana y, así comienza la Retreta con ostentación de farolas y faroles por las estrechas vías cercanas».

Poco a poco desveló algunas de sus vivencias festeras, las de su más tierna infancia, en las que plasmó, a través de sus palabras, las imagenes más bellas que aportan los Moros y Cristianos como «una escuadra de Moros Realistas balanceándose lentamente al iniciar su desfile en la avenida de Chapí» o «el despertar matutino de un día de fiesta y la diana por una banda de música por una estrecha calle cercana a mi casa».

De sentimientos habló Blanes en la parte central de su pregón intentando explicar qué siente al ser festero. Y este sentir lo expresó en un párrafo cuando insistió en que «puedo deciros lo que yo siento cuando salgo el jueves por la tarde a la calle vestido con mi traje de moro: un tremendo orgullo, un cosquilleo que recorre todo mi cuerpo, transformado en otra persona, iluminado por la gracia de la Fiesta que comienza en esos momentos, que se esperan impacientemente durante todo un año».

Blanes pregonó sus recuerdos, sus sentimientos, en la almena del castillo de embajadas acompañado por el alcalde de la ciudad, Rubén Alfaro y el presidente de la Junta Central de Comparsas, Pedro García. Y engarzó en su memoria elementos fundamentales de la fiesta como San Antón, la música, cada uno de los actos que conforman el programa, la pólvora... Y mencionó de forma especial a quienes trabajan de forma incansable y durante todo el año para que los Moros y Cristianos salgan adelante cada mes de junio.

En su arenga final, para llamar a los festeros y recordarles que sólo restan unas horas para que los Moros y Cristianos sean una realidad, describió a cada una de las nueve comparsas eldenses. Blanes animó a: «Abrid vuestros corazones, salid a la calle airosos y vestid, con pleno gozo, vuestros ropajes vistosos de la Fiesta de los Moros y los Cristianos de Elda».

Cerró su discurso con un ¡Viva la Fiesta! y fue entonces, cuando el público que acudió de forma masiva a escuchar las palabras de Blanes, dedicó su último y largo aplauso a unas palabras que pretendían llegar a los corazones y lo consiguieron.

Blanes, con un dilatado currículo festero, era el indicado para pregonar los Moros y Cristianos de Elda y por ello, la Junta Central esperó al 75 aniversario para proponerle este reto. Blanes ha ostentado numerosos cargos en el mundo de la fiesta, entre ellos destaca el de presidente de la comparsa de Moros Musulmanes y de la Junta Central de Comparsas y ahora suma el de pregonero, un encargo que para él «ha sido todo un honor».

Elda no se prodiga en pregoneros nacidos en la ciudad. Por ello, la merecida designación de Blanes se convirtió en todo un evento. A las ocho de la noche, en lo que fue un emociante acto, la comparsa de Moros Musulmanes recogió a uno de los suyos en su casa. Así, amigos y compañeros acompañaron a Blanes desde su domicilio particular hasta la Casa de Viuda de Rosas, sede de la Junta Central de Comparsas y lugar donde la entidad realiza una cena previa para autoridades festeras y civiles.

Momentos antes de comenzar el pregón, abanderadas y capitanes desfilaron el trayecto que separa la sede de la Junta Central y la Plaza del Ayuntamiento. Allí, en el castillo de embajadas, la encargada de presentar a su padre como pregonero fue la periodista, Pepa Blanes. Al finalizar el acto, se disparo un castillo de fuegos artificiales. Una jornada previa a las fiestas que arrancan hoy.