Las calles de Elda fueron ayer el escenario del desfile del 75 aniversario de los Moros y Cristianos. Un acto en el que han participado festeros de las poblaciones que ayudaron a Elda en la recuperación de las fiestas que hacía décadas se habían perdido. Las comparsas de Elda, Petrer, Sax y Villena aunaron fuerzas para ofrecer un desfile espectacular con el colorido que aportaron la diversidad de trajes y el buen hacer de las escuadras. Una emoción contenida se respiró a lo largo del desfile.

La bandera de la Junta Central de Comparsas abrió el desfile. El presidente de esta entidad, Pedro García, fue el encargado de portarla en una ocasión histórica. En esta apertura de excepción también participaron los embajadores, tanto el moro como el cristiano acompañados de la banda Santa Cecilia.

La música fue uno de los elementos esenciales del acto. Por ello, desde Elda no sólo se invitó a los festeros sino también a las bandas de música de cada población. La Santa Cecilia de Elda interpretó la pieza compuesta para esta efeméride 75 años de Moros y Cristianos y la combinó con «Embajador Cristiano» y «Sibila de Fortiá».

Las fiestas de Elda sólo tienen 75 años, un edad que parece escasa al estar rodeada de otras fiestas que cuentan su antigüedad por siglos. Aunque no hay que olvidar que en Elda el germen de los Moros y Cristianos viene también de lejos, según relatan las crónicas de Emilio Castelar o Lamberto Amat. Sin embargo, sin saber muy bien el porqué de su desaparición, a principios del siglo XX se volatilizaron.

Tras el paso inaugural de la Junta Central de Comparsas, llegó el turno de los de Villena. La Banda Municipal de Música, que en pocas ocasiones sale la ciudad, lo hizo para el aniversario de Elda. Y en el recorrido interpretó una de las piezas más emblemáticas y queridas para los villenenses. La Entrada de Quintín Esquembre, que se escucha cada 5 de septiembre, se oyó, por primera vez, en la calle Juan Carlos I.

Detrás de ella, dos bloques, con escuadras de hombres y mujeres de las seis comparsas invitadas, desfilaron acompañados de la Sociedad Musical Ruperto Chapí. Desde el Alto Vinalopó llegaron Moros Nuevos, Realistas, Piratas, Estudiantes, Contrabandistas y Cristianos. Los sargentos de las seis comparsas sajeñas- Moros, Marruecos, Turcos , Garibaldinos y Cristianos precedieron el desfile de las comparsas sajeñas acompañadas de las dos bandas de la población, la Unión Musical y los Sones.

Tras los de Sax desfilaron los de Petrer. Acudieron festeros de las comparsas de Moros Viejos, Tercios de Flandes, Estudiantes y Marinos. También participan la Asociación Musical Virgen del Remedio y la Unión Musical de Petrer.

La representación de Elda entró en Juan Carlos I pisando fuerte con los estandartes de las comparsas y una escuadra masculina y otra femenina de las nueve junto a la Unión Musical La Artística de Monóvar.

El desfile se cerró con la representación de los trajes antiguos tanto con los que desfilaron el primer año en 1945 así como de los que se han sucedido a lo largo de la historia. También se vio los trajes de comparsas que han desaparecido como la de Navarros, Marineros o Caballeros del Cid.

En el bloque final, junto a las abanderadas y capitanes también desfilaron las banderas antiguas de las nueve comparsas. Les acompañó el Centro Artístico Cultural de Agost. El desfile se cerró con la carroza de los cargos infantiles.