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Soluciones para un BIC amenazado en Sax

Los herederos de La Colonia de Santa Eulalia quieren alcanzar un acuerdo con la Generalitat Valenciana para cederle los edificios históricos

La ermita de Santa Eulalia, que da nombre a esta pedanía construida en el siglo XIX por el conde de Alcudia y Gestalgar bajo los postulados del socialismo utópico. áxel álvarez

El tiempo pasa y el deterioro crece. Los herederos propietarios de La Colonia de Santa Eulalia quieren llegar a un acuerdo con la Generalitat Valenciana para evitar que un conjunto histórico, etnológico y patrimonial de carácter excepcional termine en ruinas. «Tenemos que reunirnos todas las partes implicadas en este problema lo antes posible. Hay que darle una solución urgente porque cada día que pasa es un día menos que tenemos para frenar la degradación de los edificios», señalaba Vicente Marco en presencia de sus primos y coherederos José Pedro Marco García y Miguel Gisbert Marco. Todos ellos -son seis y ya están de acuerdo- han expresado su deseo de ceder los emblemáticos inmuebles de la pedanía sajeña a la administración autonómica para que les pueda dar un uso cultural, social, turístico o educativo una vez restaurados.

Cabe recordar que La Colonia tiene la consideración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Espacio Etnológico, desde que el 19 de febrero de 2016. Una circunstancia que ha llevado al activista leonés José Prival, que desde febrero está inmerso en una campaña destinada a restaurar el Teatro Cervantes, a solicitar la intervención de la Conselleria de Cultura. Una petición que finalmente ha sido atendida. De hecho dos técnicos de los Servicios Territoriales de Cultura de Alicante han reunido en Santa Eulalia a los herederos y a los responsables municipales de los Ayuntamientos de Sax y Villena. Tras inspeccionar el interior y exterior del palacio, alcoholera, bodega, ermita, teatro, almacén y fábrica de harinas se les recordó a los concejales lo que estipula el artículo 9.1 del Decreto 62/2011 sobre la protección de este tipo de legados. El precepto señala que «corresponde a los ayuntamientos ejercer en primer término, y sin perjuicio de la competencia concurrente de la Generalitat, las medidas de gestión y disciplina urbanística incluido el régimen sancionador, sobre los bienes inmuebles de relevancia local». También aludieron los funcionarios de Cultura a la Ley de Patrimonio 4/1998, que en su artículo 4.1 dispone que los ayuntamientos tienen la obligación de «adoptar las medidas cautelares necesarias para evitar el deterioro, pérdida o destrucción del patrimonio cultural».

Pues bien, el teatro, la casa palacio y la fábrica de harinas tienen la consideración de Bien de Relevancia Local y se rigen por el Decreto 62/2011 de 20 de mayo que regula la declaración y la protección de los Bienes de Relevancia Local. De ahí que desde los Servicios Territoriales de Cultura que dirige José Antonio López Mira se establezca que «el vallado de los inmuebles en mal estado de Santa Eulalia ha de ser el inicio de las medidas a adoptar para garantizar su conservación». Motivo por el cual desde la Conselleria se ha solicitado a los Consistorios de Sax y Villena que «requieran a los dueños de los inmuebles, con carácter urgente, el cumplimiento de la obligación de la conservación y mantenimiento del BIC».

La inspección de los técnicos a Santa Eulalia ha permitido visitar el interior de la fábrica de harinas El Carmen. Se trata de un amplio edificio -muy sucio por las palomas pero no excesivamente deteriorado- que todavía conserva reliquias industriales del siglo pasado. Aunque cerró en la década de los años 60 especialmente revelador resulta el escudo de la empresa Saavedra-Bertodano. Está tallado en madera, se halla en la misma entrada de la fábrica y lleva por lema: «Querer es poder».

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