Los Moros y Cristianos de Biar siempre están atentos a la tradición. Miman cada detalle de la fiesta y vuelven la mirada a tiempos pretéritos para conservar la esencia de los días grandes. Y con esta premisa, la comparsa de «Els Espies» desfiló el viernes, en la Entrada, por las calles de Biar. Será tan sólo por este año, pero es una forma de rescatar del baúl de los recuerdos a una comparsa que tendría más de cien años si no se hubiese eliminado de gran parte de los actos.

«Els Espíes» desfiló dentro del boato del capitán de la «Filá dels Moros Vells», cargo que en esa jornada ostentó Mateu Molina, que es descendiente de Miguel Román Vicent, el célebre «Manco de la Coletora», que fue presidente de esta comparsa desde finales del siglo XIX hasta 1923, año en el que murió. Fue en esta época cuando la comparsa, que estaba vinculada al bando moro, dejó de salir en los demás actos de la fiesta centrándose solamente en los de la tarde del día 11 de mayo vinculados al famoso Ball dels Espies y a la mahoma» explica Molina.

El «Ball de Les Espies» es un acto muy peculiar de Biar, que los vecinos de la población guardan con celo. Es una danza ancestral cuyo origen está fechado en el siglo XVIII, según se afirman en las crónicas. Así las parejas bailan, una y otra vez, la misma tonadilla ataviadas con ropa antigua. Cierra el acto el carro de la Mahoma.

Previo al baile se realiza la Medició dels Espies, en la que un grupo de vecinos simula el estudio de la localidad por parte de los árabes, portando reglas y cartabón para comprobar las dimensiones de puertas, ventanas y calles. Después, en la plaza del Ayuntamiento, se desarrolla la embajada, donde las huestes moras arrebataron la fortaleza al bando de la cruz, a lo que siguió la ancestral danza del Ball dels Espies.

Molina se ha basado imagenes de hace un siglo para que «Els Espies» vuelvan a desfilar el día 10 y salgan del lugar al que han quedado reducidos con el paso de los años. De hecho indica que «existen varios documentos gráficos, (alguno de ellos de hace justamente un siglo) del desfile de esta comparsa en la tarde del día 10 de mayo participando en el acto de «El Paseig» que dio origen en 1929 a la actual entrada de moros y cristianos y que es el acto más multitudinario de las fiestas».

Estética del siglo XX

A través de estas imágenes, la capitanía ha intentado reproducir lo más fidedignamente posible la estética de esta comparsa a principios del siglo XX y también de los elementos que la acompañaban como es el caso de un cañón, caballo y unas lanzas a modo de vara de medir con un remate en forma de media luna. El único elemento original que se conserva es la vara de mando que ostentaba el presidente de la comparsa, tico-bisabuelo del capitán, y que se encuentra en el museo municipal de Biar.