La ermita de San Pancracio de Sax ha recibido una nueva avalancha de personas procedentes de toda la provincia en busca de salud y trabajo. Perejil, velas, flores, oraciones y muchas fotos para el recuerdo llenaron el pequeño templo, en el paraje natural de La Torre, durante la calurosa romería que ayer cumplió 63 años de historia.

La pequeña talla del santo abogado de la salud y el trabajo volvió a recibir, otro 1 de Mayo, miles de peticiones de peregrinos del Alto y Medio Vinalopó y de las comarcas vecinas de la Foia de Castalla y l'Alacantí e incluso de la Vega Baja y l'Alcoià. Y como también es costumbre, se volvió a cumplir con la tradición de encenderle velas a San Pancracio y depositarle flores y el típico perejil sobre el altar. Tampoco faltaron los rezos y las plegarias sin olvidarse, eso sí, de darle las gracias por lo recibido y pedir su intercesión divina para ayudar a quienes padecen enfermedad o han perdido su empleo.

Récord de visitantes

Este año la romería ha batido récord de visitantes. La ermita abrió sus puertas a las ocho de la mañana y las colas para entrar se mantenían a las dos de la tarde. Lo nunca visto. Además, las 1.500 velas ofrecidas en esta ocasión por el cuartelillo «El Préstamo» se agotaron en apenas cuatro horas y a las siete de la tarde, cuando se cerró el templo, todavía subían por la montaña fieles en busca de los favores de San Pancracio. Muchos de ellos llevando sus ramitas de perejil para recibir la bendición del santo, que fue decapitado a los 14 años por el emperador Diocleciano por su condición de cristiano y mantiene la fama de atraer dinero y bienestar. Una creencia que lo ha convertido en un talismán y ha extendido su devoción por todo el mundo. Pero, según cuentan sus incondicionales, para disponer de sus gracias y favores la imagen, ya sea en forma de talla, escultura, foto o estampa, ha de ser regalada por otra persona y sobre ella hay que colocar unas ramitas de perejil antes de rezarle su oración. Pero como viene ocurriendo últimamente la frase más repetida ayer fue la de: «¡San Pancracio trabajo para todos!». Una petición solidaria que va camino de convertirse en un clamor teniendo en cuenta que el paro sigue siendo muy elevado en la provincia, con 153.942 personas sin empleo en marzo.

«Campanica» sin descanso

En la rambla de La Torre no se han instalado en esta ocasión tantos puestos de mercadillo como hace una década. Pese a ello el paraje fue un hervidero de personas, desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde, mientras niños y no tan niños se encargaban de que la «campanica» no dejara de repicar ni un instante. Además, este año era el séptimo desde que se retomó la vieja costumbre de llevar la venerada imagen a hombros, en romería, desde la iglesia hasta la ermita. La marcha partió a las nueve de la mañana, tras el reparto de los típicos pañuelos y cañas, cubriéndose el trayecto en hora y media mientras los porteadores, mujeres y hombres, se daban relevos para hacer más llevadera la larga caminata. Llegados al sagrado lugar se ofició la misa y, a continuación, los almuerzos y comidas campestres en un privilegiado enclave cargado de historia romana y medieval.

El calor apretó en las horas centrales del día y algunos peregrinos se marearon teniendo que ser atendidos por los voluntarios de la Cruz Roja. Además, para regular la gran afluencia de vehículos y personas que acudieron a la llamada de San Pancracio, la Policía Local de Sax tuvo que montar un dispositivo especial en el que también colaboró Protección Civil. Entre los visitantes destacó la presencia del anterior cura de la localidad, Antonio Andreu, que acudió a la ermita en compañía de otros sacerdotes.

Dieciséis años de «Préstamo»

Los festeros del cuartelillo «El Préstamo» llevan 16 años colaborando con una celebración que está experimentado un auge extraordinario. Ayer volvieron a dar muestras de su generosa hospitalidad. El dinero que obtienen de la rifa y la venta de estampitas, medallas, macetas de perejil -que paradójicamente ayer no hubo- y velas lo destinan a la Iglesia.

Con los últimos rayos de sol se dio por clausurado el 1 de Mayo en Sax, el día en el que los peregrinos esperan que la fe acabe con las listas del paro y también de la sanidad. Que así sea.