Las casas de los Peones Camineros en Villena tienen los días contados. El Ayuntamiento de Villena ha solicitado a los propietarios de los tres bloques de viviendas -Ministerio de Fomento y Conselleria de Obras Públicas- el derribo de los inmuebles alegando el mal estado de conservación en el que se encuentran. Por otro lado, el consistorio local denuncia que, de forma puntual, las viviendas han sido ocupadas ilegalmente.

En los años 60 del siglo pasado se construyó esta urbanización con 20 viviendas distribuidas en tres bloques para las familias de los trabajadores de la nueva variante de la N-330. Las obras consistían en desviar la carretera nacional por la zona norte de la ciudad, liberando el centro urbano del tráfico de vehículos, puesto que la vía atravesaba la ciudad.

Las viviendas unifamiliares, con jardín adosado, se construyeron en una parcela de 8.530 metros cuadrados en la avenida de La Paz, junto a la actual autovía del Mediterráneo, cinco de las cuales son propiedad del Ministerio de Fomento y quince de la Conselleria de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana

Desde que hace más de dos décadas las instalaciones están en desuso, y en todos estos años, numerosas han sido las propuestas para revitalizar esta zona del casco urbano.

En febrero de 2011 el Ministerio de Fomento solicitó al Ayuntamiento de Villena licencia para proceder al derribo de los inmuebles, que fue aprobada por el gobierno de la popular Celia Lledó. No obstante, en noviembre de ese mismo año, el gobierno tripartito de Los Verdes, PSOE y VCD paralizó la propuesta, alegando el concejal de VCD, Juan Richart que el Ayuntamiento iba a solicitar la cesión de los inmuebles para disponer de un espacio para uso cultural o para las asociaciones de la ciudad.

En abril de 2016, el equipo de gobierno de Los Verdes propuso destinar las casas de los Peones Camineros a viviendas sociales, lo que generó alarma entre la asociación de vecinos de La Paz. También durante este año, el gobierno local habló de habilitar el solar para la construcción de un nuevo parque de bomberos- proyecto que se desechó meses después-y se planteó construir el Palacio de Justicia en esta zona de la ciudad, e incluso los vecinos solicitaron la construcción de una estación de autobuses. De hecho se iniciaron los trámites para conseguir la cesión de los terrenos y de las viviendas.

En febrero de 2018, el Ayuntamiento renunció a la cesión de las viviendas de los Peones Camineros al no dispone de los recursos económicos necesarios para acometer la rehabilitación de los bloques con el fin de habilitarlos como vivienda social

En estos ocho años, mientras se decide qué uso se le da a las casas, el deterioro de las instalaciones avanza. De hecho, el solar donde se ubican las viviendas se ha convertido en un foco insalumbre donde depositan basura y enseres debido a que la zona está abandonada y crece la maleza.

Los vecinos de la zona consideran que la mejor solución es derribar las viviendas por motivos de salud y bienestar vecinal. No obstante, opinan que el Ayuntamiento debería habilitar la zona para el disfrute de los villenenses con la construcción de un parque, del Palacio de Justicia, o incluso, construir vivienda social.

La concejala de Urbanismo, Catalina Hernández, señala que el Ayuntamiento continuará los trámites para que Fomento y la Generalitat cedan los terrenos.