Pintor de cámara real con Carlos II y Felipe V, el villenense José García Hidalgo fue un artista reconocido del Barroco español, referente del siglo XVII , sin embargo ha sido un gran desconocido para sus paisanos .
Rescatar del olvido al artista y difundir su legado es el objetivo de otro villenense, Julio Guillén. Hace un tiempo tuvo conocimiento de la existencia del pintor ilustre y comenzó a indagar sobre su vida y obra. Tras años de investigación, Guillén localizó un cuadro de José García Hidalgo -«Lamentación», un óleo sobre lienzo de 56 x 60 - y lo adquirió en una subasta. Ahora, Guillén ha cedido la obra al Ayuntamiento de Villena para que se exponga en el futuro Museo de la Ciudad, en el antiguo edificio de la Electroharinera. «Es la primera obra del artista villenense que tiene la localidad. El punto de partida para estudiar y conocer su trabajo», afirma Julio Guillén. Asimismo, no descarta adquirir otros cuadros del autor y engrosar, de este modo, el patrimonio cultural local.
El cuadro «Lamentación» se exhibirá en la sacristía de la iglesia de Santiago de Villena hasta que se abra el nuevo museo.
José García Hidalgo nació en Villena en 1645. Fue un prolífero pintor, tasador de obras y maestro de pintores. Sus pinturas tratan, principalmente, de temática religiosa y sus cuadros se encuentran repartidos en colecciones particulares, museos y distintos conventos de Madrid, Sigüenza, Santiago de Compostela, Toledo y Valencia. Además, el Museo del Prado conserva 22 de sus trabajos. Alrededor de 1674 pintó para el oratorio del rey un lienzo sobre Nuestra Señora del Carmen, muy alabado en la corte y que posiblemente le valió el reconocimiento de pintor de cámara otorgado por Felipe V en 1703 y además le concedió la Cruz de la Orden Honorífica de San Miguel.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran los retratos de Antonio de Ayala Berganza; Mariana de Austria; Luis I y Manuel Coloma.
En su faceta docente, José García Hidalgo escribió el tratado «Principios para estudiar el nobilísimo y real arte de la pintura», una cartilla de dibujo con 120 grabados para la enseñanza de las técnicas de la pintura. Inocencio Galindo realizó una edición facsímil de la obra hace una década.
El pintor villenense falleció en Madrid en 1717 y fue enterrado en la Iglesia de San Ginés.
