Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mayores y adolescentes en riesgo comparten experiencias en un programa pionero en Aspe

El taller intergeneracional busca el conocimiento, la ayuda y el respeto mutuo para reconducir a menores con problemas por consumo de sustancias y comportamientos antisociales

Un momento de la charla intergeneracional a la que también se sumó la concejala del Mayor, Yolanda Moreno. ÁXEL ÁLVAREZ

La primera «quedada» entre adolescentes en situación de riesgo y personas de la Tercera Edad de Aspe ha permitido a unos y otros compartir conocimientos y experiencias vitales además de aprender a respetarse, valorarse y ayudarse. Nadie está de más y aunque les separa un abismo de 60 años, con la mente abierta y buena actitud nunca es tarde para aprender ni pronto para enseñar.

Es la primera vez que la concejalía de Bienestar Social lleva a cabo un taller intergeneracional dentro del programa de acompañamiento socioeducativo de adolescentes con problemas. Una actividad pionera que el edil Jonatan Molina puso en marcha en 2017 para reconducir a menores de 12 a 18 años en situación de riesgo por consumo de sustanciassituación de riesgo, absentismo escolar o comportamientos vandálicos y antisociales.

Ni a los mayores ni a los jóvenes les defraudó la animada y enriquecedora charla que mantuvieron. Fina Ramírez y Reme Gálvez, de 72 y 78 años, cautivaron rápidamente a los adolescentes con su energía y vitalidad mientras les contaban las historias de sus vidas. Relatos personales que evidencian el radical cambio de costumbres y valores que ha experimentado la sociedad española en medio siglo. Reme y Fina con siete años ya estaban trabajando sirviendo en casas y cuidando niños. No tenían derecho a estudiar, existían grandes desigualdades entre hombre y mujeres, y salían los fines de semana en grupos separados en función del status social al que pertenecían. Hubo risas y juerga pero también momentos para la emoción y la ternura. Sobre todo cuando las mayores explicaron cómo conocieron en su mocedad a sus parejas que, por cierto, siguen siendo sus maridos. Posteriormente se incorporó a la tertulia María Navas, de 74 años, que sorprendió a al grupo al informarles que desde bien pequeña trabajaba en el taller familiar cambiando ruedas de todo tipo de vehículos.

Los adolescentes que acudieron de forma voluntaria a la «quedada» comprendieron las ventajas, los derechos y las facilidades que tienen ellos frente a la época de quienes podrían ser perfectamente sus abuelas. Estuvieron muy atentos e interaccionaron mucho realizando preguntas y pidiendo explicaciones sobre los detalles que les resultaban más curiosos y anecdóticos.

Fue, en suma, una tarde de compartir experiencias y trasladar los privilegios con los que cuenta ahora la juventud, y que deben aprovechar siendo responsables y valorando su entorno. Pero también se puso en valor la figura de las personas mayores y lo mucho que pueden aportar.

Continuidad

A este primer encuentro van a seguirle otros dos. En el primero los mayores enseñarán a los jóvenes a realizar comidas tradicionales de Aspe. Todos juntos colaborarán en la elaboración de una receta de la que luego darán buena cuenta. Y al finalizar la comida practicarán los juegos de su infancia donde la imaginación suplía la falta de medios. Y en la siguiente cita serán los menores los que asuman todo el protagonismo para enseñar a los mayores las nuevas tecnologías a través del manejo de los teléfonos móviles, los ordenadores y las tabletas.

La primera «quedada» intergeneracional se ha realizado en el Centro Social de Mayores de Aspe pero las siguientes tendrán lugar en La Guarida, un espacio dependiente del departamento de Servicios Sociales como alternativa de ocio real para adolescentes. De hecho, ellos son los que proponen y desarrollan diferentes programas bajo la supervisión de una trabajadora social y una educadora social. Excursiones al río Tarafa, talleres de manualidades y cocina para hacer pizzas caseras, cine con palomitas, ajedrez, billar, gymkanas y una charla con la Policía Local para prevenir el uso problemático de las nuevas tecnologías son algunas de las actividades realizadas desde febrero.

«En la medida en que existen otras posibilidades de ocio y de moverse en entornos positivos, más probable será que consigamos que estos adolescentes evolucionen favorablemente, y no desarrollen ningún tipo de conducta de riesgo. Por eso, nos parece muy importante la generación de alternativas de ocio en un programa que ya está suscitando el interés de otras poblaciones», subraya el edil de Bienestar Social.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats