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Hallan trampas ilegales de caza en un tradicional paraje de mona de Elda y Petrer

La dueña de un perro descubre el peligro en el Arenal tras quedar su mascota atrapada

Hallan trampas ilegales de caza en un tradicional paraje de mona de Elda y Petrer

Una senderista ha alertado sobre la presencia de lazos ilegales utilizados para cazar zorros y jabalíes en el Paraje Natural Municipal del Arenal del Almortxó de Petrer. Lo ha hecho después de que una de sus perras quedara enganchada por una pata en la trampa mientras paseaban por este enclave muy frecuentado por deportistas y excursionistas. Una zona en la que es costumbre desde los años 40 que en el Domingo de Resurrección se den cita las familias de Elda y Petrer, especialmente los niños y jóvenes, para disfrutar de la merienda de mona en la semana de Pascua.

La dueña del pastor alemán que cayó en el lazo clandestino se dio cuenta a tiempo y liberó a su mascota sin que apenas sufriera daños. Acto seguido arrancó el estrangulador metálico para evitar que otro perro o persona pudiera correr la misma suerte y, tan pronto como regresó a su casa, alertó del peligro por las redes sociales.

Los lazos ilegales de caza son cordones de acero que se colocan ocultos en las zonas de paso de la fauna silvestre tras impregnarlos previamente del olor que desprender sus presas. De este modo los animales quedan atrapados por las extremidades al cerrarse el nudo corredizo con el impulso de su propio movimiento. Con este método se busca acabar con los depredadores habituales de los cotos -zorros, jabalíes, perros y gatos silvestres- que se alimentan de los conejos y perdices que ahora están en pleno periodo de reproducción. Pero es un sistema de caza no selectivo, por lo que entraña riesgo para las especies protegidas y también para las personas que se aventuren a caminar por el monte.

Autorización legal

Pero no todos los lazos de caza son ilegales. De hecho, la Conselleria de Medio Ambiente autoriza su colocación siempre que exista un motivo justificado y la actividad se realice bajo la supervisión y control de los agentes medioambientales de la zona. En tales casos el uso de estas trampas para minimizar los daños agrícolas o preservar los intereses cinegéticos deben cumplir varios requisitos. Entre ellos disponer de freno para evitar que el animal pueda terminar amputándose la extremidad o morir desangrado, por gangrena o inanición; llevar incorporada una placa identificativa con los datos de la persona responsable; estar su ubicación debidamente fijada mediante las coordenadas exactas así como documentar el montaje y desmontaje, y su supervisión continuada y diaria para comprobar si hay presas atrapadas. En tales supuestos también es la Conselleria de Medio Ambiente la que debe decidir el destino del animal. Bien su sacrificio con el menor sufrimiento posible, su puesta en libertad en otra zona alejada o su captura para trasladarlo al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje Santa Faz de Alicante.

En lo que va de año el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) no ha llevado a cabo ninguna actuación relacionada con lazos y cepos ilegales en el Medio Vinalopó ni l’Alacantí. Durante la temporada pasada un vecino localizó unos lazos oxidados entre los términos de Petrer y Castalla; y hace tres años los agentes del Seprona denunciaron al propietario de una finca por colocar cuatro cepos que podrían haber partido la tibia a cualquier persona que los hubiera pisado.

También durante la primavera pasada el perro de un naturalista de Petrer se quedó atrapado en dos lazos ilegales sin freno cuando se encontraban en el monte. Fue en las inmediaciones del Molino de la Reja, en la zona conocida como Rancho Grande, junto a una senda pegada a la rambla. Este caso también tuvo un desenlace feliz porque el dueño lo localizó por los gemidos de dolor, y así pudo liberarlo antes de que resultara herido en las patas mientras intentaba escapar. Un episodio del que dio buena cuenta al agente medioambiental de la zona.

Antecedentes

Hace doce años, en mayo de 2007, este diario ya informó de la aparición en Sax de cuatro zorros muertos al quedar atrapados en lazos camuflados. Lo denunciaron los voluntarios de la agrupación local de Protección Civil y no era la primera vez que ocurría. Una circunstancia que llevó al Seprona a poner en marcha un dispositivo especial de vigilancia en el Alto y Medio Vinalopó para erradicar estas prácticas ilegales. Y es que durante la primavera de 2007 se localizaron doce zorros muertos y se intervinieron más de veinte lazos de acero en formar de nudo corredizo colocados en diferentes cotos de caza de Monóvar, Agost y Sax. En el supuesto de que los lazos o cepos sean ilegales y se encuentren dentro de los cotos, la responsabilidad subsidiaria recae sobre la sociedad de cazadores de la zona ya que, según la normativa vigente, a ella corresponde el control de su actividad cinegética. De ahí que los responsables de estas entidades rechacen, condenen y persigan este tipo de prácticas.

Pena de prisión de hasta dos años o multa de 24 meses para el autor

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La normativa que regula el uso de lazos y cepos para la captura de especies cinegéticas depredadoras ha cambiado en la Comunidad Valenciana. También circulan muchas incorrecciones y falsa información al respecto.

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Colocar un estrangulador metálico sin control administrativo está prohibido por la ley y castigado con pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses.

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Los lazos se pueden poner todo el año si la autoridad competente lo autoriza con independencia de la veda. Pero siempre deben llevar freno y la placa identificativa del lacero.

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Los propietarios de perros pueden pasear con sus mascotas por el monte todo el año, con la única condición de tener control sobre los mismos y no entrar nunca en un coto de caza.

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Los autorizados para instalar lazos deben revisarlos a diario y no todos los animales capturados se sacrifican. Algunos se sueltan en otras zonas cuando se recuperan de sus heridas.

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