El nuevo asilo en Villena toma forma y ya se divisa la estructura y la fachada de los tres nuevos pabellones construidos en lo que fuera el antiguo jardín del recinto.
En enero de 2016 la congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados anunció la intención de remodelar las actuales dependencias ubicadas en la plaza Las Malvas con el fin de adaptarse a la legislación vigente tanto en materia de accesibilidad como de instalaciones sanitarias. Tal y como comenta la Madre Superiora de la congregación en Villena, Pilar Morcuende, la decisión se adoptó por la vinculación que tienen los villenenses con el asilo y por las numerosas muestras de solidaridad recibidas a lo largo de los más de 130 años que la congregación está en la población. De hecho, en el mismo momento en que se anunció la remodelación de las instalaciones, se creó una comisión formada por villenenses de distintos ámbitos para recaudar fondos para acometer las obras. Del mismo, mondo numerosos colectivos se han volcado en organizar actividades para este mismo fin haciendo bueno el dicho de que todo ladrillo hace pared.
El objetivo de la congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados es continuar con el cuidado y la asistencia de las personas con menos recursos de la ciudad, tal y como se viene realizando desde que en 1883 las Hermanas de los Ancianos llegaron a Villena para hacerse cargo de un hospital.
Después iniciaron la asistencia a los ancianos y en 1888 se trasladaron al Palacio Mergelina, ubicado en la Plaza Las Malvas y que da acceso al asilo. Tras dos años de gestiones administrativas, las obras comenzaron en enero de 2018 con la construcción de tres nuevos pabellones- un edificio de cuatro alturas más buhardilla que se habilitará para las dependencias de hombres y para la congregación, las dependencias para mujeres y el pabellón para el almacén y los servicios.
Está previsto invertir casi 5 millones de euros en esta primera fase, que concluirá en enero de 2020. Además, el proyecto contempla habilitar una sala de recepción en el antiguo Palacio Mergelina del siglo XVIII, y una zona para desarrollar terapias ocupacionales.
Cuando comenzaron las obras las hermanas atendían a 56 personas, sin embargo, el número de ancianos ha descendido en el último año y medio hasta 44 ancianos. «No podemos atender a más personas debido a la dificultad que entraña estar de obras y cuidar ancianos. Con mucho dolor, desde hace tiempo no admitimos nuevos ingresos hasta que concluyan las obras. Cuando vienen solicitudes las remitimos a otros asilos gestionados por nuestra comunidad en poblaciones cercanas como Alcoy o Monóvar», afirma la Madre Superiora.
Unas vez concluyan las obras el nuevo asilo dará trabajo a 30 personas -sobre todo a profesionales de la enfermería, médicos, psicólogas, asistentes sociales- y atenderá a un centenar de ancianos- 70 mujeres y 30 hombres-.
Pese a que la Comisión Pro Restauración del Asilo ya ha recaudado 210.000 euros a través de actividades benéficas para los trabajos el nuevo asilo, desde este colectivo se hace un llamamiento a los ciudadanos, empresarios de Villena, así como a las comparsas de Moros y Cristianos para que sigan colaborando con el fin de que las nuevas dependencias sean una realidad lo antes posible y evitar que se paralicen las obras por falta de financiación.
