El sector del calzado está de luto en el Medio Vinalopó por el óbito del empresario sajeño Gabriel Martínez Richarte, que falleció en la mañana del lunes en una clínica de València, a los 60 años de edad, tras una larga enfermedad contra la que luchó hasta el último momento. «La dedicación y el amor que Gabriel profesaba por el oficio del calzado nos dejan un legado imborrable e irrepetible, lleno de éxitos y reconocimientos que jamás olvidaremos. Su labor al frente de Tacones Gamar durante tantos años le ha situado, por méritos propios, entre los grandes de su campo», señalaron ayer en un comunicado los trabajadores de la firma, añadiendo que «todos los que hemos tenido la suerte de poder trabajar junto a él lloramos hoy su ausencia».

La empresa que fundó y dirigió desde la juventud, ubicada en el polígono industrial Salinetes de Petrer, guardará luto hoy pero mañana volverá a su actividad habitual para seguir adelante con el negocio, en la lucha por mejorar día a día, tal y como a Gabriel le hubiera gustado. «Hasta siempre, maestro. Ha sido un orgullo trabajar y aprender contigo», han indicado sus empleados y sus compañeros de Inescop de Elda, donde desempañaba el cargo de tesorero en el consejo rector.

Sus comienzos como empresario no fueron fáciles. Inició su actividad en un taller alquilado en el barrio La Estación de Sax. Pero su determinación, empatía y capacidad de trabajo le hicieron progresar hasta que pudo ampliar su negocio y trasladarse a una nave industrial, ya en propiedad, situada en la avenida de la Libertad del polígono industrial Salinetes de Petrer. Fue entonces cuando estrechó sus lazos de convivencia, relación y amistad en Petrer por motivos de trabajo, y en Elda al fijar su residencia en pleno centro y convertirse en un activo miembro del Club de Esquí y del Casino Eldense durante la presidencia de Juan Candelas Yáñez, con quien también compartió la capitanía de los Garibaldinos.

Capitán en Elda y Sax

De hecho, junto a su faceta empresarial, Gabi -como era conocido en su entorno más cercano- fue un entusiasta de las fiestas de Moros y Cristianos.

En Sax, su pueblo natal, fue en 2012 capitán de la comparsa de Garibaldinos a la que pertenecía por tradición familiar. Y en Elda, donde residía desde hacía décadas, también ostentó la capitanía de los Marroquíes en 2015. En ambos casos junto a su esposa Marisa Pérez Mataix y sus dos hijos menores, Iryna y Gabriel.

Sus amigos y familiares lo recordarán siempre como «una persona vitalista, optimista y honesta; un hombre bueno y cercano que trasmitía armonía y alegría allí donde acudía».

La misa funeral por Gabriel Martínez Richarte tendrá lugar este martes, a las cuatro y media de la tarde, en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Sax. El pueblo en el que nació y en el que ha querido despedirse.