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Novelda

Medio Ambiente prohíbe plásticos y residuos con malos olores en el vertedero de Novelda

Conselleria atiende la petición del Ayuntamiento y los vecinos del cercano barrio de la Estación, que llevan décadas sufriendo molestias

Las tareas de extinción del incendio que se produjo en el vertedero de Lurima en el verano de 2016.

Las molestias que los vecinos del barrio noveldense de La Estación vienen sufriendo desde hace décadas por la cercana presencia de un vertedero de residuos mixtos no peligrosos podría tener los días contados.

La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha informado al Ayuntamiento de Novelda, tras recibir la visita del director general de Cambio Climático, del inicio del expediente administrativo para modificar el uso de las instalaciones del depósito de inertes -desechos industriales en su mayor parte- que Lurima gestiona en el término municipal. Una reclamación que desde el Consistorio se venía demandando durante los tres últimos años al gobierno autonómico y que los vecinos del barrio de la Estación llevaban décadas denunciando sin obtener resultado alguno. De hecho, ellos han sido los más perjudicados por los malos olores y los incendios de una planta que da servicio a medio centenar de poblaciones de la provincia y se encuentra a poco más de un kilómetro de sus viviendas.

Joan Piquer, el responsable de Cambio Climático en la Comunidad Valenciana, ha anunciado el proceso de revisión de la autorización ambiental para la restricción de los códigos LER de entrada en la planta situada en el Paraje Altos de Verdú, junto a la cantera de Bateig. La medida acordada reducirá el listado de los tipos de residuos que se podrán tratar en el vertedero de Lurima, eliminando todos aquellos que puedan generar malos olores y contener plásticos volátiles que, con los temporales de viento, terminaban contaminando la rambla de Salinetes.

En la reunión de trabajo han participado el alcalde Armando Esteve y los concejales de Calidad Ambiental, Francisco Cantos, y Desarrollo Económico, Francisco Sepulcre, junto a los técnicos municipales de las áreas afectadas.

«El principal objetivo del proceso de revisión -según ha explicado Piquer- es iniciar la modernización de las instalaciones para reducir el impacto de la misma en su entorno gracias a un nuevo Plan de Residuos que obligará a trabajar con balas retractiladas, que evitarán el vuelo de plásticos y reducirán los olores».

Al concluir la reunión el edil Francisco Cantos se congratulaba por una acción que «permitirá acabar con un problema muy grave para la población, sobre todo para los vecinos de La Estación, por los olores y los incendios de los últimos años», que ha sufrido la planta de Lurima y afirmaba que «la disminución de los códigos LER supondrá una mejora en el funcionamiento de la planta».

También el primer edil se mostraba satisfecho por «la colaboración y comprensión» que la Conselleria de Medio Ambiente ha tenido en este tema, y admitía que «si bien es el Consell el que otorga las licencias para este tipo de emplazamientos, también es deber del Ayuntamiento velar por el buen uso del centro».

Cabe recordar que la empresa Lurima cuenta con todos los permisos y licencias pertinentes para el tratamiento controlado, cada año, de 3,7 millones de metros cúbicos de residuos industriales, tanto inertes como semiinertes . En la actualidad la planta gestiona más de 230 tipos de desechos, cantidad que se verá reducida tras la restricción de los códigos LER de entrada. En los últimos años la emisión de malos olores y los incendios que se han sucedido en su vasos han llevado al equipo de gobierno de UPyD-PP a instar a la Conselleria de Medio Ambiente, a través del correspondiente acuerdo plenario, a tomar medidas sobre el funcionamiento de la planta, llegándose incluso a solicitar su cierre.

El 16 de septiembre de 2016 el vertedero sufrió un nuevo incendio y la densa columna de humo alcanzó tanta altura que pudo ser vista a más de 20 kilómetros de distancia. El viento condujo los gases emitidos por la combustión de toneladas de residuos hasta el casco urbano de Novelda, que quedó impregnado durante varios días por una neblina acompañada de un «olor insoportable». Dos días después la Conselleria instaló una estación atmosférica móvil en el barrio de la Estación pero el resultado descartó afección en la calidad del aire.

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