La puesta en marcha del kiosco - cafetería del Jardín de la Música es uno de los aspectos claves para la recuperación de este espacio urbano, uno de sus emblemas urbanísticos Elda. El estudio realizado por el arquitecto Manu Mateo establece que esta pieza junto al parque infantil que se va a instalar en sus aledaños funcionarán como una unidad y polo de atracción a este parque.

Otro de los elementos que se mantendrán, según especifica el plan director encargado por el Ayuntamiento, es la pajarera. Ésta precisa de una rehabilitación profunda para mantenerla en buen estado. Asimismo se detalla que más allá de la reforma física habrá que complementar la intervención con paneles informativos y otras herramientas que apoyen la decisión de que se convierta en una pieza con fines didácticos.

El Jardín de la Música que consta de varios edificios dentro del complejo arquitectónico cambiará de color. Dejará atrás el intenso granate que ha marcado su aspecto en estos últimos años y volverá a sus tonos originales -más claros y neutros- muy similares a los que presenta la Casa Grande tras su restauración.

El muro perimetral se respetará a medias. Se conservará la forma del muro así como su tipo de rejería y los elementos de remate. Sin embargo parte de éste se demolerá. Se eliminará el tramo de la calle Ramón Gorgé por completo más parte de la valla que da a las calles Hilarión Eslava y Padre Manjón. Así se originará un nuevo frente urbano y se rediseñará de forma integral el conjunto de esta zona con una ampliación de la acera. Serán los chalets los que generen la visión principal de este área y cobrarán un mayor protagonismo. De esta manera el parque permanecerá siempre abierto para darle más versatilidad a la cafetería así como a la sala de exposiciones de la Casa Grande.

En este nuevo frente urbano también quedará a la vista la fuente. El plan director dispone que será uno de los elementos decorativos primordiales por lo que se eliminará su valla perimetral así como la zona de tierra que la circunda.