Diecisiete años ha tardado en culminar la tramitación del nuevo polígono industrial de Sax pese a la gran necesidad del empresariado local de disponer de suelo en un municipio que sigue careciendo de polígono público. Casi dos décadas en las que la lenta y farragosa burocracia, junto a las desavenencias del PP y PSOE en el Ayuntamiento, y también con el Consell de turno, han llevado a las tres empresas más poderosas de Sax, todas ellas dedicadas al sector de las persianas, toldos y accesorios, a buscar terreno en localidades vecinas, como Villena y Salinas, para poder crecer y seguir adelante con sus planes de expansión.
Este diario ya informó en 2002 que la mercantil CBC, propietaria de los terrenos y agente urbanizador, presentó al Consistorio sajeño un plan destinado a ampliar el polígono El Castillo con una segunda fase, también privada, situada junto a la autovía A-31 en dirección Madrid-Alicante.
El proyecto de reparcelación del sector de suelo urbanizable industrial «Ampliación El Castillo» se publicó a mediados de enero en el Boletín Oficial de la Provincia después de ser aprobado, un mes antes, con un decreto de Alcaldía. Las obras a desarrollar en el paraje de El Chorrillo, cerca del término limítrofe con Petrer, cuentan con una inversión prevista de seis millones de euros y deberían comenzar en junio de 2019. El periodo de ejecución es de 16 meses -siempre que se tenga vendido el 40% del suelo- o de 36 meses como plazo máximo en caso de que la empresa no haya cubierto sus expectativas. Una posibilidad que parece remota teniendo en cuenta que hay 18 peticiones de firmas interesadas en adquirir naves adosadas de entre 750 y 1.500 metros cuadrados y, además, una conocida compañía ya está negociando la compra de una de las tres grandes manzanas, con fachada a la autovía de Madrid, para instalar un centro comercial de bricolaje. Las otras dos parcelas que completarán este mix comercial de 60.000 metros podrían acabar en manos de dos multinacionales dedicadas a la ferretería industrial y los servicios.
Ese es, al menos, el objetivo en el que la promotora del futuro polígono está trabajando en la actualidad aprovechando, entre otras ventajas, que la ubicación elegida abarca un área de influencia de 296.972 habitantes de los que 99.302 proceden de Elda, Petrer y Sax que se hallan a una distancia de entre cinco y diez minutos.
Entre las características del proyecto destaca que la superficie total de la nueva zona de uso industrial y terciario abarca 245.000 metros cuadrados de los que 130.000 metros cuadrados son netos edificables, con un coeficiente de edificabilidad del 0,84%, siendo el 49% de la superficie compatible con suelo terciario para que puedan implantarse grandes superficies comerciales. También se permitirá construir naves para logística de hasta 13 metros de altura con planta baja y dos alturas.
La mercantil ha cedido el 10% del terreno al Ayuntamiento, el equivalente a 13.000 metros cuadrados, y ha destinado 31.156 metros cuadrados a zona verde. A modo de curiosidad cabe señalar que los olivos que se encuentran actualmente en la zona se replantarán en el acceso principal al polígono, al que se podrá entrar de forma directa desde la A-31 a través de una rotonda de nueva construcción tomando la actual vial de servicio, que será mejorada y ampliada hasta alcanzar 12 metros de anchura en sus 1.200 metros.
La impulsora de este polígono que va a ritmo de tortuga fue la alcaldesa socialista Ana Barceló. Entre 2003 y 2011 la actual consellera de Sanidad puso un gran empeño en avanzar en la deslocalización industrial del casco urbano para trasladar las empresas al extrarradio. Pero se topó con las trabas del Gobierno valenciano, entonces en manos del popular Francisco Camps, que en Sax también frustró el desarrollo del polígono industrial público Loma del Sombrero.
