La asamblea de Cruz Roja de Elda ha iniciado las obras de reforma de su sede. La rehabilitación del edificio es un proyecto en el que se lleva trabajando desde hace cuatro años y que responde a la necesidad de «brindar una atención a la altura de lo que demanda la ciudad» se indica desde la ONG. El coste supera los 250.000 euros.

Las nuevas instalaciones van a centralizar las dependencias que poco a poco se han ido externalizando como la ludoteca o el almacén de alimentos y el centro de emergencia social. El planteamiento es que toda la actividad de la asamblea local confluya en la sede de Hernán Cortés. En la planta superior se habilitará el centro de formación .

La rehabilitación se ha proyectado como un inmueble sostenible, con una apuesta por la eficiencia energética. El consumo de energía se va a reducir entre un 25 y un 30 por ciento.

Las plantas van a ser las mismas, pero algunas de las terrazas externas se van a cubrir. También se eliminan completamente las barreras arquitectónicas. Desde Cruz Roja se puntualiza que «nunca se ha estado fuera de la normativa, pero no se atendía a este colectivo como se debe hacer» y al mismo tiempo, se apostilla que «ahora la sede va a girar en torno a la movilidad reducida, a la atención y al consumo responsable».

Más de quince trabajadores emplea Cruz Roja de Elda y con las nuevas instalaciones se va a conseguir que «su trabajo que es excelente, y las instalaciones estén a la misma altura» se indica. Por ejemplo el almacén de alimentos que era un sótano, con la reforma se va a convertir en un centro de atención de acogida.

Las cifras de 2018 de Cruz Roja son abultadas y van en expansión y por ello, precisan unas instalaciones más amplias. El pasado año se atendió a más de 4.000 personas. Asimismo se realizaron más de 30 traslados, se atendió diariamente a una media 25 personas en su domicilio y a más de 100 niños al año. En 1986, Cruz Roja Elda contaba con 1.100 socios y ahora son más de 3.000.

El edificio que se está reformando se comenzó a construir en 1980, con un plano diseñado a mitad de los 70 y se inauguró en 1986. Cuando se estrenó ya el concepto de atención era diferente. De hecho, con José María Maestre como presidente ya se instaló un ascensor que no tenía. Con Pepita Gran como presidenta, hubo que readaptar espacios para integrar más despachos. En la actualidad, con Ismael Estevan. se está en un punto que era imprescindible acondicionarlas y modernizarlas.

Desde los años 80 del siglo pasado, el perfil del usuario de Cruz Roja y la atención que se ofrecen ha variado completamente. «Hace cinco años cambió, hace diez años cambió y nada tienen que ver con los usuarios actuales con los de hace cuatro décadas» se advierte desde ONG.

Hace cuarenta años, el edificio de Hernán Cortés cubría perfectamente las necesidades de la asamblea y más del 40 por ciento de las instalaciones se dedicaba a la gestión del socorros y se contaba con el puesto de la autovía. A día de hoy, no se mantiene ese grueso de emergencias y se ha apostado por las diferentes áreas de intervención social como juventud, infancia, personas mayores, en riesgo de vulnerabilidad, transeúntes o drogodependientes. El perfil del usuario ha variado tanto que es imposible mantener un edificio en torno a un único tipo o actividad. Además se indica que «hemos crecido en voluntarios, en necesidad de atención, en socios y la Cruz Roja no puede crecer en todos los frentes y mantener las mismas instalaciones.-