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Un fraude eléctrico masivo lleva el caos a un barrio de Elda

Los vecinos de Caliu denuncian continuos apagones por la sobrecarga de la red y exigen medidas para acabar con un problema que llevan sufriendo un mes

Imagen aérea del barrio Caliu de Elda, donde la bolsa de fraude en el suministro eléctrico está alterando negativamente la vida cotidiana de decenas de familias. ERNESTO SÁNCHEZ

El aumento masivo de enganches del fluido eléctrico en el barrio eldense de Caliu ha convertido en un caos la vida cotidiana de muchos vecinos. La sobrecarga de la red por las conexiones fraudulentas ha provocado continuos apagones durante el último mes. Los cortes de luz comenzaron el 5 de enero y han afectado a decenas de vecinos del barrio que tienen contratado el suministro eléctrico de forma legal y están al corriente en el pago de sus recibos.

Hasta la pasada semana casi todas las tardes o noches se producía un apagón que se podía prolongar desde minutos hasta horas. En más de una ocasión desde las ocho de la tarde hasta las dos y media de la madrugada, según relatan los afectados. Una «pesadilla» que ha obligado a muchos de ellos a tener que cenar con linternas, velas y mantas, cambiar sus hábitos de vida e higiene, tirar a la basura muchos alimentos que conservaban en el frigorífico y, lo que es peor, ha puesto en riesgo la salud de personas mayores y enfermos conectados a máquinas de oxígeno.

El problema ha llevado a intervenir a la asociación de vecinos y ha sido denunciado tanto en Iberdrola como en la Oficina Municipal de Información al Consumidor de Elda. Pero el fraude de luz no es nuevo en Caliu. En diciembre de 2014 este diario ya informó de que en dos operaciones policiales se localizaron 90 tomas de energía clandestinas y contadores manipulados. El dispositivo lo dirigió la brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Elda-Petrer con el apoyo de los técnicos de la compañía eléctrica y de una veintena de agentes antidisturbios.

Todos los enganches fueron desmantelados y los defraudadores denunciados judicialmente y expedientados por Iberdrola. Sin embargo, cuatro años después las conexiones ilegales se han vuelto a multiplicar hasta el extremo de que hay bloques de pisos en los que solo el 20% de los vecinos cuenta con suministro legal.

«Esto ha sido una película de terror y los que pagamos no tenemos culpa de que haya gente que se aproveche ni debemos sufrir las consecuencias», señalaba ayer Herminia Gil mientras Mari Carmen Martí, otra de las damnificadas, añadía que «si no se toman medidas esto volverá a ocurrir».

Iberdrola, tras comprobar que la demanda real en el barrio es muy superior a la contratada, ha realizado un reparto de cargas entre líneas para evitar la sobrecarga que ocasiona los cortes eléctricos. También se han sustituido los fusibles de los centros de transformación para proporcionarles mayor potencia evitando el riesgo de incendio o electrocución en los pisos con tomas clandestinas. Precisamente lo que el pasado 5 de enero ocasionó un incendio que dejó tres muertos y una treintena de heridos en un edificio de Badalona. Además, la compañía llevará a cabo nuevas campañas de detección del fraude en Elda para que no paguen justos por pecadores.

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