La festividad de San Antón es sinónimo de fiesta y de Moros y Cristianos en Elda. La bendición de panes, de animales y las tradicionales vueltas al santo dieron muestra de la veneración de todo el pueblo al anacoreta. Los aledaños de la ermita se llenaron de fieles para ver la imagen portada a hombros mientras el grupo La Faltriquera bailó las danzas.