La representación del Auto Sacramental de los Reyes Magos de Cañada ha sumado un nuevo año a su larga historia. Se trata de un espectáculo único donde los vecinos escenifican, de manera itinerante, los momentos más emblemáticos de la Navidad.

Con una tradición de más de 150 años, la representación, de gran realismo, transcurre en cinco localizaciones distintas y cuenta con la participación de más de cien actores, todos ellos vecinos del municipio que viven con especial intensidad el gran teatro del pueblo.

El presidente de la Diputación de Alicante ha asistido en la mañana de este lunes a la segunda y última parte del auto sacramental. César Sánchez, que ha estado acompañado por el alcalde de Cañada, Juan Molina, ha destacado "el valor cultural de este auto sacramental, uno de los más antiguos de España, y el esfuerzo de su Ayuntamiento y de sus vecinos por mantener viva esta tradición". En este sentido, ha recalcado que "nuestras fiestas y tradiciones forman parte de la identidad de la provincia de Alicante y constituyen un elemento esencial de nuestra oferta turística, atrayendo, año tras año, a miles de visitantes".

Los detalles de los escenarios, la belleza de los parajes naturales donde se interpretan las distintas escenas y el riguroso directo en el que se desarrollan los actos hacen de esta fiesta, que cuenta con el apoyo de la institución provincial, una representación única en su género.

Esta representación tradicional, fuertemente arraigada en el pueblo, consta de una primera parte con la «Venida y adoración de los Reyes Magos de Oriente», que fue la que se pudo disfrutar en la mañana del domingo, y una segunda, la que se ha desarrollado en la mañana de este lunes, que se inicia con la orden que da Herodes de buscar al Niño para matarlo, la Huida a Egipto de la Sagrada Familia y se cierra con la orden de Herodes de matar a todos los niños judíos menores de dos años y la degollación de los Santos Inocentes, entre los que muere el propio hijo de Herodes cuyo lamento final cerró ayer la representación.