Novelda aguarda desde hace ocho años a que la Conselleria de Medio Ambiente avance los trámites para declarar Paraje Natural Municipal «Els Clots» de la Sal y el Monte de la Mola. A la frustración por el prolongado retraso se suma ahora el agravio comparativo que supone que otros municipios vecinos, como Elda con su Pantano, hayan obtenido en solo un año el informe favorable que dará pie a la exposición pública.
En Novelda los trámites para proteger los baños de la Sal y el monte de la Mola comenzaron en 2010, animados por la propia Conselleria, que en aquellos momentos hacía gala de disponer en la Comunidad Valenciana de 72 Parajes Naturales Declarados, defendiendo esta herramienta municipal para ayudar a conservar y difundir enclaves de especial interés ambiental , histórico y social.
Fue en mayo de 2011 cuando se aprobó el protocolo de colaboración entre la Generalitat y el Ayuntamiento para la declaración y gestión del enclave «Dels Clots de la Sal y el Monte de la Mola», indicándose entonces por los responsables de Parajes Naturales Protegidos que un nuevo decreto permitiría tener declarado el paraje en un procedimiento simplificado de dos años. Pero ocho años después del inicio de los trámites en Novelda todavía se sigue esperando la aprobación.
Los parajes de la Sal y la Mola se encuentran en terrenos de titularidad pública, ocupan una superficie de 120 hectáreas y presentan unos valores medioambientales, históricos, culturales, paisajísticos y sociales muy destacados. Los «Clots» de aguas sulfurosas y ferrosas son pequeños estanques situados en el lecho del río Vinalopó, que en esta zona se encuentra muy bien conservado y mantiene bosques de tarais. Las charcas han sido utilizadas tradicionalmente, y lo siguen siendo hoy en día, como balneario a cielo abierto, al que muchos vecinos y foráneos acuden en busca de tratamientos de las afecciones de la piel o de simple disfrute del baño al aire libre. Y el monte de la Mola, con presencia de matorral y pinadas, contiene elementos arquitectónicos muy relevantes como el santuario modernista de Santa María Magdalena y el castillo islámico que, desde época medieval, ha sido atalaya vigilante del tránsito de gentes y mercancías entre la meseta y la costa.
La firma del protocolo de colaboración por parte de la Conselleria, desde el acuerdo del pleno de 5 de mayo de 2011, ya se retrasó dos años. Y, además, nunca se llegó a aprobar el nuevo decreto de declaración de parajes, lo que hizo que desde Novelda se tuviera que presentar la documentación por partida doble. Finalmente el 2 de junio de 2014 el Consistorio noveldense aprobó la memoria justificativa para la tramitación de la declaración y la remitió a la Conselleria que, un año después, dictó la resolución de conformidad. Pero desde 2014 existe muy poca información sobre los avances del expediente. Todas las gestiones y llamadas realizadas en 2018 a la Conselleria tampoco han tenido respuesta positiva. Simplemente se ha indicado que el procedimiento sigue pendiente de la Evaluación Ambiental Estratégica que tiene que pasar por el Consejo Jurídico Consultivo, pero sin ofrecer ni detalles ni fechas previstas para su culminación. Y mientras tanto, en la capital del mármol y las especias se sigue esperando la protección legal de este espacio tan apreciado por los novelderos. Pero cada año que pasa con mayor impaciencia y desconfianza.
