Un enfrentamiento a tiros entre dos grupos rivales ha permitido a la Policía Nacional de Elda-Petrer localizar un laboratorio de cocaína oculto en el chalé de una recóndita partida rural de Petrer. En la reyerta se han visto implicados al menos cinco hombres de entre 20 y 40 años, todos de nacionalidad española y colombiana, y se han producido dos heridos. Uno de ellos se ha fracturado los tobillos al saltar un muro de gran altura mientras trataba de huir y su compañero, que recibió un disparo en la pierna, permanecía hasta el día de ayer en paradero desconocido. Se teme, por tanto, que haya podido ser objeto de un secuestro o bien que haya fallecido. De ahí que la investigación policial siga abierta para tratar de localizarlo, y también para averiguar el número de personas que participó en el tiroteo y los motivos que lo desencadenaron.

De momento, los agentes de la Comisaría de Policía de Elda-Petrer asignados al caso ya han realizado tres arrestos y se han incautado de drogas, documentación, munición y armas en varios registros llevados a cabo en viviendas de Elda y Petrer. Concretamente se han encontrado tres pistolas: una de ellas con silenciador y otra con el número de serie alterado; tres carabinas de perdigones y un subfusil automático junto a numerosos cartuchos de los calibres 22, 9 mm y 7,65 mm. El material intervenido en el laboratorio de la casa de campo donde se «cocinaba» la cocaína también es abundante.

Los tres detenidos ingresaron ayer en prisión, con carácter provisional y sin fianza, por orden del Juzgado de Instrucción Número 1 de Elda que estaba en funciones de guardia cuando se produjeron los hechos. El tiroteo ocurrió sobre las 13 horas del viernes pero se mantuvo en riguroso secreto para no entorpecer las investigaciones de la Brigada Local de la Policía Judicial de Elda-Petrer.

Los tiros fueron escuchados por los vecinos de varios chalés cercanos pero, al no detectarse ningún movimiento sospechoso en la zona, pensaron que se trataba de disparos efectuados por cazadores que suelen realizar batidas por la montaña. Tan solo habían pasado unos minutos cuando alguien llamó a la puerta de una de las casas de campo. Los dueños abrieron y se encontraron a un joven tumbado en el suelo de la marquesina quejándose de un intenso dolor en las piernas. Había accedido a la propiedad saltando la valla y les comentó que no podía andar, les pidió que lo llevasen al médico, y les explicó que había acudido con un amigo a un chalé próximo y les habían disparado a los dos, huyendo a la carrera cada uno por su lado. A pesar de sus insistentes peticiones para que no llamasen a la Policía Nacional, asegurando que ya había contactado él con el 112, los propietarios se pusieron muy nerviosos y pidieron ayuda temiendo que el autor o autores de los disparos pudieran estar buscándolo. Unos minutos después llegaron a la partida rural varias patrullas de la Policía Local y Policía Nacional, que se encargaron de registrar el chalé donde se produjo el tiroteo y también trasladaron al herido al Hospital Universitario de Elda, donde quedó ingresado bajo custodia en calidad de detenido. Cuando los agentes irrumpieron con sus armas en el laboratorio de coca ya no había nadie. Los implicados en la reyerta habían huido de forma precipitada en tres vehículos dejando tres pistolas cargadas en su interior, mucha munición y numerosos productos químicos empleados en el procesado de cocaína a media escala.

Todo apunta a que el suceso tuvo su origen en un posible ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas, o en el supuesto intento de apropiarse de la cocaína elaborada -«hacer un vuelco»- que, sin embargo, acabó a tiros.