El cadáver decapitado de un águila ratonera común (Buteo buteo) ha aparecido en un paraje rural de Pinoso. Lo han encontrado en Carolinas, una zona de vegetación arbustiva y antiguos campos de cultivo abandonados situada a un kilómetro del casco urbano en dirección Yecla. Todo apunta a que el ejemplar pudo haber sido alcanzado por el disparo de un cazador furtivo, que posteriormente le ha cortado la cabeza para llevársela como trofeo.
En cualquier caso, será la necropsia la que determine la causa real de la muerte. Con tal fin personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre -Santa Faz de Alicante- tiene previsto realizarle hoy unas radiografías al cadáver. De este modo se podrá determinar si ha muerto realmente por arma de fuego porque la rapaz está muy deteriorada y presenta el aspecto de haber sido devorado por otros animales.
Cabe recordar que el busardo ratonero, como se la conoce popularmente, está incluido en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como especie de interés especial. Suele cazar conejos, pequeños mamíferos, pájaros, reptiles y anfibios, y podría proceder de la sierra de Salinas o el monte Coto.
Tan pronto como fue informado del hallazgo, el biólogo del Ayuntamiento de Pinoso, José Carlos Monzó, lo puso en conocimiento de los agentes medioambientales quienes, a su vez, lo han trasladado a la Conselleria de Medio Ambiente. De momento no se ha interpuesto una denuncia al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Monóvar hasta que se conozca la causa del fallecimiento.
Precedentes
No es la primera vez que se encuentran en los montes y campos de Pinoso rapaces muertas, tanto nocturnas como diurnas, pero también hay casos de muerte por contacto con tendidos eléctricos.
«De todos modos siempre es un triste hecho encontrarse con aves rapaces muertas en extrañas circunstancias», ha señalado José Carlos Monzó tras explicar que el hábitat natural típico de estas aves son lugares en los que se combinan espacios abiertos con masas forestales. «Y precisamente el término municipal de Pinoso posee espacios de estas características, lo que favorece la presencia de estas bellas aves que debemos proteger», apunta el experto.
Hasta el siglo XX el águila ratonera sufrió una fuerte persecución de los cazadores porque entrañaba una competencia directa para sus capturas. En la actualidad está situación ha cambiado por completo, salvo en casos excepcionales de furtivismo, y el Buteo buteo es un animal respetado en la actividad cinegética. De hecho, en líneas generales, no se encuentra amenazado y el número de ejemplares continúa creciendo de forma progresiva.
