La Policía Nacional y la Guardia Civil han asestado esta semana un nuevo golpe al tráfico de drogas en Elda y Villena con cinco detenciones y la incautación de cocaína, heroína, dinero en efectivo y ordenadores que podrían contener datos relevantes para continuar con la investigación.

En Villena los agentes del Puesto Principal de la Guardia Civil detuvieron en la noche del jueves a una pareja y su hijo. La operación contó con el apoyo de efectivos de la Unidad Especial de Seguridad Ciudadana (USECIC) y se efectuó un registro en el domicilio familiar del barrio del Rabal. Los tres declararon al mediodía de ayer en el juzgado de Instrucción número 2 de Villena y, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, se ordenó prisión provisional comunicada y sin fianza para el matrimonio por tráfico de drogas. El hijo deberá comparecer periódicamente en el Juzgado y los tres están investigados en una causa abierta por un delito contra la salud pública, sustancias que causan un grave daño a la salud tal y como se advierte desde el TSJ.

El ahora encarcelado de forma provisional estaba pendiente de ingresar en prisión en las próximas semanas para cumplir tres años y medio. Una condena que le fue impuesta por la Audiencia Provincial de Alicante tras ser detenido en 2010, también por la Guardia Civil de Villena, cuando regresaba de València con un kilo de cocaína oculto en el coche.

En Elda la operación antidroga se desarrolló ayer en el barrio de Numancia, entre las 14 y las 18.30 horas, y culminó con el arresto de dos hombres de entre 25 y 40 años. En este caso el dispositivo lo llevó a cabo la Brigada Judicial de la Policía Nacional de Elche, con el apoyo de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y de efectivos de las Comisarías de Elda-Petrer y Elche.

El primer registro domiciliario se realizó en una vivienda unifamiliar de la calle Santa Rita y, a continuación, los agentes se dirigieron a un piso de la segunda planta de un edificio próximo ubicado en la calle San Miguel. En este caso los policías tuvieron que emplearse a fondo con el ariete y el mazo para acceder a todas las dependencias de la vivienda. El dispositivo generó una gran expectación en el vecindario pero de la actuación no se han facilitado datos porque se encuentra abierta y bajo secreto de sumario.