El estanque abandonado del castillo de Sax ha sido recuperado por la concejalía de Medio Ambiente para convertirlo en un nuevo punto de biodiversidad de aves y anfibios, y de ocio y esparcimiento para sajeños y visitantes.
El agua ya vuelve a fluir por una pequeña cascada situada en la roca y llena la charca con un caudal reutilizado. Funciona todos los días de 10 a 17 horas pero todavía falta por plantar la vegetación adecuada al entorno.
La actuación ha costado 9.000 euros pero el Ayuntamiento solo ha tenido que aportar 2.500 euros porque el resto ha sido subvencionado por la Diputación de Alicante, dentro del plan para la mejora de Parajes Naturales Municipales de la provincia.
Curiosamente, en el estanque ya ha sido visto de madrugada un pequeño zorro bebiendo agua.