La comunidad británica de Pinoso ha vuelto a dedicar una mañana en recuerdo a los caídos en los conflictos bélicos. Y lo ha hecho el 11 de noviembre de 2018, el mismo día en el que se cumplen 100 años del fin de la Primera Guerra Mundial.

Los británicos "pinoseros" se han adornado las solapas con amapolas rojas, símbolo del recuerdo de aquellos que perdieron sus vidas en la Primera Guerra Mundial puesto que tras el conflicto, en los campos donde quedaron los cuerpos, la primera flor que apareció fue la amapola. Los participantes también han lucido pañuelos de la Asociación Trefoil Guides y las medallas obtenidas por formar parte de los diferentes cuerpos de las fuerzas armadas.

The Royal British Legion es quien organiza estos actos que incluyen un pasacalle desde la Casa de la Música acompañados de la Banda de Música de la Unión Lírica Pinosense y las autoridades locales. Un desfile que este año ha contado con la presencia de los concejales César Pérez, Elisa Santiago e Inma Brotons.

Un solo de trompeta

En el templo parroquial se ha llevado a cabo una misa en colaboración donde se han oído discursos tanto en inglés como en español, así como cantos, sonidos de gaita y piano y el tradicional solo de trompeta a las 11 de la mañana al que le ha sucedido un minuto de silencio, ya que según la historia justo a esa hora se puso fin a la Primera Guerra Mundial, todos ellos en homenaje a los fallecidos en los conflictos bélicos.

Collin Hindmarsh, presidente de la comunidad británica en Pinoso, dio la bienvenida a quienes llenaron el templo parroquial San Pedro Apóstol para ofrecer una misa en homenaje a los fallecidos. Algunos de ellos, tal y como es el caso de Collin, eran familiares que se batieron y cayeron en la Primera Guerra Mundial. El cura párroco, Manuel Llopis, miembros de la comunidad británica y el edil de Participación Ciudadana, César Pérez también han participado en la misa.

Campaña de la Amapola

Muchos vecinos de Pinoso se han sumado este domingo a los actos y la "Font del Cànter" ha amanecido llena de amapolas sobre un manto negro. Un sentido homenaje que cada año se repite y en el que The Royal British Legion realiza la llamada "Campaña de la Amapola" para recaudar fondos para sufragar las obras que realizan por aquellos que han prestado servicio en las fuerzas armadas. También en esta ocasión la recaudación en el templo parroquial será destinada a Cáritas, Cruz Roja y a la propia iglesia.