Los vecinos de la partida rural de Ledua en Novelda han decidido organizarse en patrullas para ayudar a la Policía Local y Guardia Civil a poner fin a los robos en viviendas que vienen sufriendo desde el pasado verano. A través de un grupo de WhatsApp los propietarios se comunican al instante sobre cualquier movimiento sospechoso de vehículos o personas que puedan infundirles sospechas. También acuden en grupo a las casas de campo o chalés donde salta una alarma. Es precisamente lo que ocurrió en la noche del pasado domingo cuando un vecino de Ledua que se encontraba en Alicante envío un mensaje al grupo alertando de que la central de alarmas le había informado de que había un ladrón dentro de su vivienda. Una docena de residentes del paraje se concentraron minutos después con sus linternas frente al chalé donde se había activado la alarma. Y allí permanecieron vigilantes hasta que llegaron las patrullas policiales. Los ladrones lograron huir pero lo hicieron sin botín. Rociaron a los perros de la finca con un spray irritante y accedieron al interior de la vivienda tras reventar la puerta de la cocina con un destornillador. Pero no contaba con que sus planes se verían frustrados al saltar la alarma.
Tres fines de semana atrás también asaltaron otra casa de campo de Ledua tras forzar la ventana de una habitación. Era el tercer robo que sufrían sus propietarios en tres años. Ya estaban escarmentados así que, al finalizar el verano y regresar a su piso en el casco urbano de Novelda, no dejaron ni un solo objeto de valor. Pero los ladrones se dedicaron entonces a destrozar el mobiliario de la casa. En estos últimos días los vecinos del paraje también se han percatado de que las vallas metálicas de varias fincas habían sido previamente cortadas por los delincuentes para facilitar su acceso. Creen, incluso, que sus hogares están siendo vigilados. Eso explicaría el hecho de que el último robo frustrado se perpetrara quince minutos después de que el dueño se marchase con su coche.
Por todo ello siguen mostrándose asustados y preocupados ante una oleada de robos con fuerza que comenzó el 20 de julio pasado. De hecho, a finales de agosto aseguraron a este diario haber sufrido una quincena de sustracciones en sus viviendas unifamiliares y cinco tentativas frustradas. Pocos días después la Policía Local, en colaboración con la Guardia Civil, detuvo a dos de los presuntos autores. Pero ambos quedaron en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez de guardia.
Los residentes de Ledua siguen reclamando más seguridad en una zona donde hay muchos campos separados, que carece alumbrado público y se encuentra muy cerca de la autovía de Madrid. Se sienten desamparados por la falta de patrullas policiales y seguirán realizando labores de vigilancia hasta que no cesen los robos y recuperen la tranquilidad.
