La Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía que comparten las poblaciones de Elda y Petrer se ha quedado pequeña y vieja tras cuatro décadas de servicio. Fue inaugurada en 1981, tres años después de la llegada de la Policía Armada, tras las gestiones que el exalcalde Paco Sogorb realizó personalmente con Manuel Fraga, entonces ministro de la Gobernación, que también destinó los fondos necesarios para poder construir el actual Palacio de Justicia de Elda.

Pero durante los actos de la pasada festividad de los Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional, el propio Paco Sogorb reconoció que Elda y Petrer necesitaban una nueva Comisaría. «Desde la década de los 80 los tiempos han cambiado mucho. En aquel momento era un edificio amplio y moderno. Pero ahora hay más agentes y más servicios y el espacio es insuficiente», indicó sugiriendo el uso del colindante cuartel de la Guardia Civil de la calle Lamberto Amat, donde solo se presta el servicio de Intervención de Armas, para ampliar y modernizar la Comisaría de la Policía Nacional.

Pero Ciudadanos quiere ir más allá. La moción en la que está trabajando el grupo municipal que lidera Paco Sánchez es conseguir que el Ministerio del Interior autorice la construcción de una nueva Comisaría, y destine los fondos necesarios para ello. Cs también propondrá al próximo pleno del Ayuntamiento que el emplazamiento elegido sea el barrio de La Tafalera. Concretamente el solar que hay frente a la actual sede de la Policía Local en el paseo de la Mora. Y ello por cuanto es una zona bien comunicada, de rápido acceso a ambos municipios y ubicada junto al retén del Cuerpo local de Seguridad y del Parque Comarcal de Bomberos. En tal caso los terrenos que ocupa la vieja Comisaría podrían revertir en el Ayuntamiento, al igual que los del cuartel de la Guardia Civil, para desarrollar en varias fases un gran complejo cultural de carácter público en el centro de la ciudad.

Los agentes de la Policía Nacional se han terminado acostumbrando a las estrecheces, a pesar de que ni siquiera disponen de una pequeña sala donde poder almorzar. Pero no llevan nada bien el estado descuidado que presentan las dependencias. La última mano de pintura que le han dado al edificio tampoco soluciona el problema. Así que Elda y Petrer tienen por delante el difícil reto de lograr una nueva Comisaría casi 40 años después.