La 86 edición de la feria italiana MICAM y MIPEL, el certamen de referencia internacional para los sectores calzado, bolsos y complementos, se cerró ayer con buenas perspectivas de negocio para la mayoría de las 16 marcas del Alto y Medio Vinalopó que han acudido a Milán.

La feria arrancó el domingo con una importante afluencia internacional que, como suele ser habitual, se fue diluyendo en los últimos días. Sobre todo en la tarde del martes y en la mañana del miércoles.

En esta edición dedicada a la temporada primavera-verano ha habido poca clientela nueva, pero la selecta ha vuelto a responder a la llamada de MICAM y MIPEL. Fundamentalmente a través de firmas asiáticas y americanas, consolidadas y solventes, que suelen buscar los zapatos, bolsos y cinturones de fino diseño y calidad media-alta que se fabrican en esta comarca.

Buena parte de los expositores regresaron ayer desde Italia satisfechos por las posibilidades de negocio planteadas, lo que viene a confirmar las expectativas con las que partieron el sábado desde el aeropuerto de El Altet con destino a Milán. Son sensaciones positivas que, sin embargo, no se concretarán hasta que los pedidos vayan llegando de forma escalonada en los meses de octubre y noviembre.

Cabe recordar al respecto que en los últimos años el sistema de ventas ha experimentado una notable transformación en estos eventos comerciales. En el transcurso de la feria ya no se formalizan muchos contratos de forma directa como solía ocurrir antes. Ahora se establecen contactos, se intercambia información y se toman fotografías. Pero los pedidos llegan más tarde a las empresas, lo que retrasa las ventas y, por tanto, la fabricación de los artículos.

España, con 193 expositores, ha sido el segundo país en número de participantes en MICAM, que ha contado con más de 2.000 colecciones y 1.300 expositores repartidos en 63.000 metros cuadrados.