La Guardia Civil no ha encontrado indicios de violencia en el cadáver encontrado a primera hora de la tarde del pasado miércoles en una cueva de la carretera del Clots de Monóvar.

Al lugar se desplazó la comisión del Juzgado de Guardia de Novelda con el médico forense, así como agentes de la Guardia Civil de Monóvar y de la Policía Judicial de Novelda para investigar las causas del fallecimiento.

Tenía 53 años, estaba en el paro y carecía de vivienda. Era un hombre conocido en Monóvar y vivía solo en una cueva situada en las proximidades de la carretera del Clots, detrás de la Goletja y en las inmediaciones del barrio Borrasca.

El fallecido recogía comida por las noches en un conocido supermercado de la localidad y quienes lo conocen lo definen como "una buena persona que no tuvo suerte en la vida".

El cadáver se descubrió sobre las dos de la tarde y este diario pudo acceder a la cueva cuatro horas más tarde, una vez que el cuerpo sin vida del vecino de Monóvar fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Alicante para practicarle la autopsia. En el interior de la cueva había restos de comida, botellas de alcohol y varias cajas de pastillas antidepresivas. Pero no se descubrió prueba ni evidencia alguna que apuntara a que la muerte hubiera sido causada por una agresión.